mundo imaginario

A veces me siento tan sola, que no sé cómo enfrentar la realidad. En momentos como estos me refugio en un mundo de fantasía, solo cierro los ojos e imagino que soy otra persona, con otra vida, otros problemas, otra realidad. Aunque a veces este rodeada de gente siento que nadie me comprende, que nadie sabe por lo que estoy pasando, o lo que estoy sintiendo, solo yo soy la única capaz de comprender. En momentos como estos la respuesta más fácil y la que siempre elijo es sumergirme en este mundo que no existe en otro lugar más que en mi mente.

Sé que mis problemas son insignificantes en comparación con las cosas que otras personas tienen que lidiar, pero para mí son tan importantes que a veces me dejan paralizada.

Lo único que me saca de esta parálisis es el poder refugiarme en “mi mundo”, en ese en donde me siento segura, confiada, en ese mundo en el que no tengo miedos, en el que dejo de ser el personaje secundario y en donde por una vez en mi vida me convierto en el personaje principal. Me gustaría que en la vida real pueda convertirme en la protagonista de mi propia historia y dejar de ser un extra en ella. Lo único que hago es ver los segundos, los minutos, los días pasar, y siempre sin poder actuar. Los miedos se convierten en una niebla oscura que me consume y no me deja avanzar, que me atrapa y me impide seguir, y por más que lucho más me envuelve.

No se puede vivir con tanto veneno,
no se puede dedicar al alma
a acumular intentos.
Pesa más la rabia que el cemento.

Se enamoran cuando intentaban suicidarse

Cuando leí esta historia simplemente me emociono mucho, es una historia hermosa y te hace creer en el destino y en el amor. Yo creo que todo en la vida pasa por algo, cada pequeña cosa, ya sea buena o mala. Sino lean la siguiente historia y después me dicen.


Se enamoran cuando intentaban suicidarse

Dos jóvenes se conocieron en un puente cuando ambos estaban intentando acabar con sus vidas saltando al vacío.

Un muchacho con el corazón roto está contemplando el vacío desde lo alto de un puente en Ufa, Rusia, y ve que desde la misma construcción una señorita planea hacer lo mismo. El devastado Andriej Ivanov, de 26 años, quería quitarse la vida porque su novia había muerto en un accidente automovilístico poco antes de la boda. María Petrova, de 21, planeaba hacer lo mismo porque sus padres la echaron de casa al averiguar que estaba embarazada.

La joven casi salta a las heladas aguas del río Belaya cuando Adriej la atrapó por detrás. "No podía dejarla caer, no importa cuán roto estuviera mi corazón", explicó el muchacho. "Cuando la agarré se tiró a llorar en mis brazos. Nos abrazamos y hablamos y hablamos y hablamos. Esa noche salvó mi vida y yo la de ella".

Ahora la pareja planea casarse. "Es mi caballero y mi salvador. Todo el dolor valió la pena porque conocí a Andriej", dice ella.