miércoles, 17 de agosto de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 10


Capítulo 10


Lo voy a matar… lo voy a desgarrar en miles de pedazos…

- No te lo voy a repetir dos veces…-gruñí, mi mandíbula estaba rígida de tanto apretar mis dientes de la ira que estaba acumulando, tenia una sensación de querer desgarrarle la garganta a ese maldito hijo de puta, pero no solo por el hecho de que la había besado…mejor no pensar en eso porque sino voy a matar al bastardo…

Tenía una sensación de propiedad. Una sensación que nunca había sentido… como si estuvieran profanando algo que me pertenecía solo a mí. Porque ella era mía no se como lo sabia… pero en lo más profundo de mí ser podía reconocer que esa era la pura realidad, me pertenecía.

Y eso no presagiaba nada bueno…

- No te metas en esto pendejo ¿no te enseñaron a no meterte en los asuntos de los demás?... y esta vampira no es tu problema…

Oh sin dudas este idiota no tiene ni idea de con quien esta hablando... uno de sus mas grandes errores.

Comencé a reírme…

Pobre…no sabe lo que le espera…

- Oh mierda… ¡TE ESTAS QUEMANDO!

Por un momento me había olvidado de la presencia de la joven… aunque su belleza era imposible pasarla desapercibida, pero al escuchar su melódica voz hizo que me quedara perdido en ella unos segundos mas y al mirar sus dulces ojos miel… me perdí completamente en ellos…

- ¡¿Eres sordo?! ¡Te dije que te estas quemando!

Al escucharla nuevamente volví a la realidad y mire mis manos.

Tal cual como la muchacha había dicho; mis manos estaban cubiertas por dos bolas de fuego y mi campera se encontraba tirada en el piso, aunque no recordaba en que momento la  había tirado. Obviamente la princesa del espejo no sabía nada acerca de nuestros mundos.

Sin apartar los ojos del demonio conteste;

- No me estoy quemando… pero el que va a terminar quemado aquí va a ser otro.

Note que mi advertencia hizo el efecto que deseaba. Aunque fue algo muy leve, vi en sus ojos un atisbo de miedo que rápidamente fue cubierto por una falsa capa de indiferencia.

- ¿Piensas que tu amenaza me da miedo? No me hagas reír…

- Yo en tu lugar le haría caso, si miras sus manos te darás cuenta que no esta fingiendo… y a mi no me gustaría morir rostizada- interrumpió la muchacha

El demonio se giro para mirarla.

- Cierra la boca mujer, si no quieres que termine de perder mi poca paciencia contigo…

- A mi nadie me calla – le dijo la muchacha mientras lo miraba fijamente a la cara con toda la determinación del mundo, sin apartar ni un segundo la mirada de los ojos de su atacante.

- Esto ya esta colmando mi paciencia - dije irritado- Tienes dos opciones; la primera es que la sueltas por las buenas, aun así vas a tener que enfrentarte conmigo, y la segunda es que la sueltas por las malas… y esa es mucho peor porque no pienso controlarme. Así que tu decides… ¿Qué opción eliges?

- Escojo la opción numero tres.

- Yo sabía que eras idiota, pero nunca creí que llegaras hasta tal punto de no saber contar. ¿Eres sordo o simplemente eres estupido? Te dio solo dos opciones, DOS… si quieres te lo deletreo D - O - S , no hay opción tres. ¡Tarado!

Ese comentario me hizo reír, cualquier otra mujer estaría asustada no importa su raza…pero ella no. Ella lo tomaba todo con más calma, se le notaba que esta situación no le gustaba pero aun así sabia como controlarse y como llevar mejor las cosas. Cualquier otra en su lugar estaría completamente histérica, pero ella no. Y eso hacia que me gustara mas… un momento…acabo de reconocer que me gusta… y eso no es bueno.¡Maldición!

- Me canse de esperar, mi paciencia tiene un limite y tu ya excediste de el- y con esas ultimas palabras lance una de las bolas de fuego directo a la espalda del atacante, calculando muy detalladamente en donde tirarla sin ocasionarle ni un solo rasguño a la muchacha.

Como era de esperarse, tanto la muchacha como el demonio gritaron. El demonio se echo para atrás por el dolor que le estaba ocasionando el ataque, que era como sentir una bola de lava sobre la espalda ; y la muchacha grito porque estaba totalmente desprevenida y no sabia que ese iba a ser mi movimiento.

Cuando la joven recobro la compostura y vio que no tenía ni una sola quemadura fue cuando aprovecho el momento para escapar.

Salio tan apresurada que no se dio cuenta que el demonio ya había notado que estaba escapando, y ahí fue cuando convoco una bola enorme de energía y se la lanzo directo a la joven.

Por suerte yo fui más rápido y me adelante a su movimiento, me interpuse entre la bola de energía y la muchacha.

Ambos salimos despedidos por los aires, pero yo me lleve la peor parte. Antes de que tocáramos el suelo la gire en mis brazos para tomar con mi propio cuerpo toda la fuerza del impacto.

El impacto fue tan duro, que quede sin aire en mis pulmones; y el tener a la joven encima mío no ayudaba mucho.

Ella se dio cuenta al instante que no me estaba permitiendo respirar así que se movió rápidamente a un costado.

- ¡Oh Dios! Por favor dime que estas bien…- dijo en un tono doloroso. Como si esto le hubiera dolido más a ella que a mí.

Que extraño…

Como pude junte todas mis fuerzas para poder hablar;

- Oh si bebe, esto no es nada para mí- dije con la voz ronca.

- Eres un estupido ¿Por qué te metiste en el medio? Ese ataque no iba dirigido hacia ti, eres un tarado - grito de forma histérica

- Por Dios, cálmate de una vez mujer - dije irritado- acabo de salvarte la vida… no se si lo notaste, DE NADA.

- Yo nunca te pedí que me salvaras- contraataco en un tono cortante.

Estupida vampira… encima que acabo de salvarle la vida, ¿De esta manera me lo agradece? Insultándome y gritándome. Tiene que ser mujer… ¿Quién las entiende?

Estuve a punto de decirle un comentario sarcástico pero cuando la mire a la cara note que estaba llorando. Y eso hizo que mi ira y todo dentro de mí se calmara al instante.

- ¿Por qué lloras mujer? No ha muerto nadie

Ella aparto la mirada.

- No estoy llorando- dijo indignada.

- Seguro, solo te están lloviendo los ojos – comente sarcásticamente.

Ella me miro furiosa y me pego en medio del pecho.

-Ouch- dije adolorido. Esta mujer si que golpea fuerte - ¿Por qué me golpeas? - Pregunte indignado

- Porque eres un estupido arrogante. Y porque casi mueres por mi culpa.

Oh…ahora entiendo porque esta así. La muy tonta se sentía culpable de que me habían herido por salvarla, pero si no me ponía en el medio ese ataque la habría matado al instante, en cambio a mi solo me podría causar un gran dolor pero no la muerte.

El sentir que alguien que no me conocía se preocupara por mi bienestar hizo que sintiera una extraña sensación que no sabia explicar…era una sensación cálida. Algo que nunca había sentido anteriormente. Y no sabia como responder a este nuevo sentimiento, ni mucho menos que decir en este momento, así que como de costumbre dije algo estupido.

- Pero como puedes ver estoy vivo, así que no tiene porque ser tan estupida y sentirte culpable por algo que no tiene sentido…

¡Maldición, soy un idiota!

Mi comentario la lastimo eso fue muy obvio, pero ella era muy orgullosa y no iba a permitir que yo supiera que mi comentario la había herido, aunque yo si lo sabia porque lo note en sus hermosos ojos miel, muy en el fondo había una pequeña muestra de dolor.

Antes de que pudiera disculparme o decirle algo el otro demonio hablo.

- Esto no se va a quedar así- dijo mientras se paraba como podía. Se estaba curando de las heridas demasiado rápido y eso era muy extraño.

Por ultimo miro a la muchacha.

- Esta vez te salvaste pequeña vampiro… pero la próxima te aseguro que esto no se va a quedar así.

Y con este último comentario desapareció.

2 comentarios:

  1. buenisimo....la verdad es q tienes talento..sige haci..

    atte: M.C.P

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  2. wow!! genial,, es buenisimo,, me muero por leer el capitulo 11,, podrias llegar a ser una gran escritora=)

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