jueves, 28 de julio de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 9

Capítulo 9


-L legamos- anuncio Luna mientras estacionaba el coche.

- ¿Estos es una broma?- le pregunte mientras observaba la entrada principal del club nocturno El Infierno - Se supone que esto tendría que estar repleto de gente, que tendría que haber una fila enorme de personas a la espera de que los hombres de seguridad los dejen entrar… ¿Se puede saber por que motivo NO HAY NADIE? ¿No me digas que vinimos hasta aquí para nada? Luna por favor dime que te aseguraste de que el club iba a estar abierto esta noche…

Luna me miro con la misma extraña mirada que estuvo teniendo durante todo el recorrido y me sonrío.

- ¿Quieres saber cual es la cualidad que mejor te describe?- me pregunto.

Al principio su pregunta me dejo media desconcertada, aunque la respuesta la sabía…

- Mi buen sentido de la moda- respondí con una sonrisa y esto ocasiono que luna comenzara a reírse…

- Aparte de eso- comento mientras sonreía y luego continúo- ay amiga… si no te conociera mejor podría pensar que eres como las huecas plásticas de nuestra antigua escuela…que solo piensan en la ropa, pero como te conozco mejor se que eres todo lo contrario. No solo tienes un buen gusto para la moda, sino que también eres muy inteligente, una excelente persona y amiga… y como olvidarnos que también eres bastante fuerte…-

- Ay Lu… que linda eres, gracias…- Estaba muy conmovida al conocer la manera en la que mi amiga me veía.

-…y también eres muy impaciente, y nunca dejas al otro poder terminar su frase sin que antes lo interrumpas con un comentario.

Con esto último ambas comenzamos a reír nuevamente.

- Se que tienes razón pero es que simplemente no puedo evitarlo- dije una vez que paramos de reír.

- ¿En serio? Te juro que si no me lo decías no me daba cuenta…- dijo sarcásticamente con una sonrisa.

- ¿Y? – Pregunte bromeando - ¿Ya se te fue el mal humor?

- Es imposible estar de mal humor cuando estas a mí alrededor…- comento con una sonrisa- Por eso mismo es que necesitaba esta salida…

-  Lu ¿Qué fue lo que te paso hoy? - pregunte con preocupación.

- Ya sabes…- me dijo con cansancio- lo mismo de siempre.

Ahora entendía porque esta noche la había notado diferente, esta no era la Luna que conocía…

La Luna que conocía era optimista… siempre trataba de ver el lado bueno de las personas. Siempre fue una persona positiva… y obviamente tuvo días malos y días de mal humor ( y cuando hablamos de mal humor... me refiero a MAL HUMOR en mayúsculas… estilo de no le hables porque se viene el Apocalipsis)… pero aun así… se le pasaba rápidamente y volvía a ser la misma de siempre. Lo que mas admiraba de Luna era su perseverancia y su fuerza interior. No conocía a una persona que fuera más fuerte interiormente de lo que era ella. Y esta noche me di cuenta que esta Luna no brillaba como solía hacerlo, esta Luna estaba apagada, vencida.

-Lu… háblame. Cuéntame que fue lo que paso.

- Ayer a la noche…- comenzó -…Marcos regreso – esto ultimo lo dijo mirándome a la cara y ahí fue cuando note que tenia los ojos llenos de lagrimas no derramadas.

-Eso no es posible- dije con desesperación y enojo-…simplemente no entiendo como es eso posible…

- Lo dejaron en libertad por buena conducta- dijo con ironía y con la voz ronca por el nudo que se le había formado en la garganta, ese nudo de angustia acumulada que no la dejaba hablar, además de la bronca que debería de estar sintiendo en estos momento… y era entendible.

- ¿Y tu madre que hizo?- pregunte, aunque ya sabia la respuesta…

- Nada.

Le pregunte algo que estaba rondando en mi mente desde el preciso momento en que el nombre de Marcos y la palabra libertad formaban parte de la misma oración. Aunque tengo que reconocer que sentía una horrible sensación en el estomago por miedo de escuchar la respuesta. Así que con cautela le pregunte…

- ¿Te hizo algo?

-No

Ay… gracias Dios.

- Oh… amiga lo siento tanto- la atraje a mis brazos para darle un abrazo tratando de darle un poco de consuelo y así por lo menos poder confortarla un poco.

La persona de la que estábamos hablando era del padrastro de Luna.

Cuando Luna tenia 8 años, su verdadero padre Cristopher, había muerto de un inesperado ataque cardiaco, y al año siguiente fue cuando su madre había conocido a Marcos.

Para la vista de todo el mundo… Marcos parecía ser un gran esposo y un padre excelente. Pero las apariencias casi siempre engañan. El bastardo solía golpear tanto a Luna, como a su madre.

A veces Luna iba al colegio con moretones, y los maestros comenzaron a notar esto… pero su madre siempre les daba la misma excusa… “Luna es una chica muy traviesa y activa, siempre esta haciendo algo… y siempre termina lastimándose…es muy difícil controlarla”

Al principio todos creían esa historia… ya que en verdad Luna era muy traviesa… pero después con el tiempo se fueron dando cuenta de la verdad. Pero para ese momento Luna ya tenía 11 años… y había tenido que soportar dos años de maltrato por parte de su padrastro. Por suerte las autoridades tomaron cartas en el asunto y lo metieron en prisión.

Su madre culpo a Luna por esto, ella quedo tan deprimida cuando metieron a su marido a la cárcel que se tiro por la bebida...se convirtió en alcohólica. Y hasta el día de hoy seguía culpando a Luna por todo lo ocurrido y seguía con los mismos hábitos de siempre.

Pero como dije antes, Luna siempre fue una persona que trataba de ver el lado bueno de todos, por eso nunca le guardo rencor a su madre, ni siquiera cuando la empezó a culpar por todo.

Y desde que Luna tiene 11 años, que fue la edad en la que metieron a Marcos en prisión, ella se tuvo que hacer cargo de su madre alcohólica. Imagínense a una chica de once años que paso por varios maltratos... y encima tener que hacerse cargo de una madre alcohólica que la culpaba por todo. A nadie le gustaría tener una vida así, pero Luna prefería seguir viviendo con su madre y seguir cuidándola… a que la mandaran a un hogar sustituto… en donde uno nunca sabe con quien se podrá encontrar.

Hasta el día de hoy todo el pueblo sabia la verdad, de que Mariana Jones era una alcohólica, pero como todos adoraban a Luna… la ayudaban para que la trabajadora social no descubriera esto, ya que sabían que Luna nunca se iría a un hogar sustituto, y antes de que eso pasara todos temían lo que sabían que iba a pasar… que Luna escaparía.

Mi madre y yo siempre supimos toda la verdad, por eso mismo siempre apoyamos a Luna en todo. Muchas veces Luna se había quedado en mi casa porque el volver a su casa era un verdadero infierno.

Y ahora el saber que ese maldito desgraciado estaba de vuelta… hacia que mis nervios estuvieran a mil. Tenía miedo de lo que podría hacerle a Luna y a la vez tenia mucha ira… tenia ganas de ir y desgarrarle la garganta con mis propios dientes…

Oh maldición….ya estoy pensando como un vampiro…

- Lu… sabes que puedes venir a quedarte a mi casa… no tienes porque seguir viviendo junto a ese maldito…- comencé.

Para ese momento Luna ya se había secado las lágrimas y me sonrío antes de contestar…

- Gracias amiga… pero no te preocupes, ya tengo un plan. No pienso seguir viviendo junto a Marcos y tener que soportar como golpea a mi madre otra vez… y mucho menos dejar que me golpee, ya tuve suficiente en esos dos años que viví junto a él y el tener que hacerme cargo de mi madre… pero no te preocupes porque no pienso vivir mas con ellos.

Antes de que pudiera preguntar cual era su plan o donde planeaba vivir, Luna cambio de tema al instante… y se notaba que no quería hablar más sobre Marcos o sobre su madre…

- Ahora ¡Vamos! Salgamos de este coche… que hoy vinimos a divertirnos…

-Luna… no se si me habrás escuchado al principio… pero me parece que el club esta cerrado esta noche. Mira- dije mientras señalaba la entrada vacía del club- no hay nadie…

Luna me miro nuevamente con una sonrisa. Ya era la misma Luna de siempre y contesto…

- Confía en mi… una gran noche nos espera.

Y salio del auto así que rápidamente la seguí.

Cuando estuve parada al lado de Luna fue cuando pude apreciar bien como iba vestida, ya que antes al estar adentro del coche y encima con poca luz era casi imposible ver bien lo que se había puesto esta noche.

Traía puesto una remera negra larga de hombros caídos, estilo rockera, unas calzas negras que no eran de un negro común… sino que parecían como si tuvieran pequeños brillantes… y unos borceguíes negros de hebillas con unos pequeños tacos que eran espectaculares. Y para hacer juego con su look de rockera, tenía una campera corta de cuero.

Estaba espectacular. De por si es espectacular. Luna tiene el cuerpo de una modelo, es alta, delgada y con curvas.

Luna tiene una cara redonda, con una pequeña nariz media respingada, unos labios bien formados y unos ojos azules… que parecen pequeños diamantes de zafiro. Tiene el pelo lacio y rubio, y le llega hasta la cintura, pero hoy lo traía atado, y se le había escapado un pequeño mechón que le hacia un toque perfecto…

-Vamos- me dijo mientras me tomaba del brazo para que la siguiera.

-Luna…-comencé

-Xia, confía en mí- Confía en mí... Confía en mí… Confía en mí… ¡Dios! Estoy harta de oír tanto esa maldita frase en este día. Pensé… mientras comenzaba a recordar los sucesos del día… ¡BASTA XIA! Hoy saliste para despejarte… deja de recordar lo que paso esta tarde, total mañana tendrás tiempo suficiente para comenzar a amargarte por estas cosas. Esta noche es para disfrutar, no amargarse.

- Esta bien- dije y la seguí.

Cuando llegamos a la puerta del club, me quede parada… pero Luna me estiro para que siguiera caminando. No estaba entendiendo nada, pero decidí confiar en ella.

Me llevo hasta un pequeño callejón que estaba al lado del club… y me hizo entrar en el.

Caminamos unos metros, hasta que Luna se detuvo frente a una puerta que estaba media escondida.

- ¿Qué hacemos aquí?- pregunte

- Confía en mí amiga, esto te va a encantar- y luego golpeo la puerta.

Unos minutos mas tarde salio un hombre enorme, pero sumamente hermoso. Nos miro unos segundos hasta que reconoció a Luna.

- Luna, querida… no sabia que vendrías esta noche- le dijo con una sonrisa mientras le tomaba su mano y le daba un beso en ella. Luego el hombre me miro con intriga y expectación de que alguna de las dos explicara quien era yo.

- Xia… te presento a Avery.

- Hola- dije media vacilante

Avery tomo mi mano y le dio un beso igual que como hizo con Luna, pero conmigo se tardo un poco mas y mientras lo hacia dijo en un tono un poco seductor…

- Un gusto conocerte preciosura… - y me guiño un ojo.

- ¿Nos vas a dejar pasar? ¿O vamos a estar toda la noche congelándonos aquí afuera?- pregunto Luna divertida.

- Pasen bellezas….

Luna me arrastro hacia adentro. Caminamos junto a Avery por un pasillo medio largo, hasta que llegamos a una escalera y bajamos. A medida que íbamos bajando se iba escuchando mas fuerte la música, hasta que 

Avery se detuvo enfrente de una puerta y la abrió para que nosotras pudiéramos pasar.

Al otro lado estaba el Club Nocturno más espectacular que había visto en toda mi vida. Estaba repleto de gente, el lugar era enorme y era extremadamente lujoso. La única palabra que podía describir el lugar era ESPECTACULAR.

A los costados se encontraban las barras… y más en el fondo se encontraba la zona VIP.

- Wow- dije- este lugar es espectacular.

- Sabia que te iba a gustar- dijo Luna con una enorme sonrisa.- Ven… quiero que conozcas a alguien.

Nuevamente Luna me arrastro con ella… note que me estaba llevando a la zona VIP. Cuando llegamos ella se acerco al de seguridad, le dijo algo que no llegue a escuchar y este simplemente se hizo a un lado para dejarnos pasar.

Llegamos a una de las mesas en donde había dos jóvenes sentados, ambos eran sumamente hermosos y estaban muy concentrados mirando la multitud de gente, hasta que uno de ellos noto la presencia de Luna y se paro al instante.

- Luna, mi amor… viniste- dijo el joven que se había levantado y saludaba a Luna con un tierno beso en los labios.

Así que estabas conociendo a alguien y no me contaste nada… sin duda te voy a torturar para que hablemos sobre esto mas tarde, de esta no te me escapas Lunita… pensé con una sonrisa.

- Kevin, cariño… ella es Xia- dijo Luna

En ese momento fue cuando ambos jóvenes notaron mi presencia y me miraron muy raramente…

Note que el que estaba sentado se tenso al instante, aunque no entendía el motivo… pero duro solo un segundo porque al segundo siguiente me estaba mirando fijamente con una hermosa sonrisa que me dejo embobada por no se cuanto tiempo, hasta que me di cuenta que Kevin me estaba hablando.

- Un gusto conocerte querida- me dijo mientras me daba un beso en la mano ¿Qué le pasa a toda esta gente? ¿Desde cuando te saludan con un beso en la mano? Estos si que son verdaderos caballeros, ya no hay jóvenes así…- Luna me hablo mucho sobre ti…

- Encantada de conocerte Kevin- le dije con una calidad sonrisa- me encantaría poder decir lo mismo pero la verdad es que Luna nunca menciono que había conocido a un joven tan encantador…- esto ultimo lo dije con una mirada de reproche hacia mi amiga.

 Luna se notaba muy avergonzada… pero antes de que pudiera decir algo, Kevin hablo nuevamente…

- Es mi culpa, lo siento. Es que le pedí a Luna que mantuviera lo nuestro en secreto, ya que recién nos estábamos conociendo y como nunca había conocido a nadie tan encantadora como ella, quería ir completamente despacio… hasta que formalizáramos correctamente.

Wow… definitivamente este muchacho no puede ser de este planeta. Es un completo caballero. Y ni hablar de lo bello que es.

Kevin era rubio, tenía el pelo bien corto y un cuerpo bien formado. Su cara era la cara de un ángel, era perfecto… y tenía unos ojos miel, que a pesar de estar en medio de un club nocturno estos se hacían notar a la perfección. Se que esta mal mirar al novio de una amiga, pero eso no quita que una no pueda apreciar su belleza…

- Un gusto el poder conocerte finalmente…- dijo una melódica voz, que provenía del otro joven que había estado sentado junto a Kevin, ahora estaba parado al lado mío y me estaba agarrando la mano para darme un dulce beso.

No había palabras para describir su belleza… tenia unos ojos verdes que te idiotizaban solo con verlos… una sonrisa encantadora… unos labios muy tentadores…

Tenía una cara perfecta y ni hablar de su cuerpo…

¿De donde salen estos ejemplares de hombres? Estos hombres tendrían que estar encerrados bajo llave… su belleza es un pecado para la vista...

Cuando sus labios tocaron la piel de mi mano sentí una corriente de electricidad recorrerme todo el cuerpo…

Oh Dios... todos los hombres deberían de aprender a saludar de esta manera… estoy segura que con solo uno de estos besos ya nos tendrían a sus pies…

Estaba tan idiotizada en lo que este joven estaba haciendo conmigo que por un momento me sentí perdida…

- Luna siempre dijo que eras hermosa, pero creo que se ha quedado corta…
Oh… siento que me estoy derritiendo...

- Kevin… ¿Por qué no vamos a buscar algo para tomar para nuestras bellas damas?- dijo el magnifico joven…

- Ya regresamos queridas…- dijo Kevin, y antes de marcharse le dio otro dulce beso a Luna, mientras tanto el otro misterioso joven me seguía mirando con esos hermosos ojos verdes… hasta que por fin ambos se marcharon.

Luna se sentó y yo decidí sentarme junto a ella. Justo cuando estaba por preguntar el nombre del misterioso joven… Luna pareció leerme la mente y contesto…

- Todos lo conocen como Ayd, no se cual es su nombre… pero creo que ese es un apodo o algo así, nunca le pregunte a Kevin como se llamaba realmente… igual dudo que el nombre verdadero te importe- me dijo con una maliciosa sonrisa- ¿Son hermosos? ¿No es así?

- Creo que con hermosos te quedas corta…- dije y ambas comenzamos a reír.

- Ayd es el mejor amigo de Kevin. Por eso no quería que tu hermano viniera…porque tenía esta sorpresa para tu cumpleaños…

- Y que sorpresa…- dije con una sonrisa de satisfacción absoluta.

- Te dije que no te ibas a arrepentir de salir conmigo esta noche…

- Y no te equivocaste- la interrumpí.

Luna me contó sobre Kevin. Que lo había conocido hace unos meses atrás, y que estaban muy enamorados… era tan obvio pensé.

Me contó que a Kevin lo conoció la primera vez que vino a esta parte del Club el infierno, una parte que es solo exclusiva y que ella consiguió entrar gracias a Avery, el relacionista publico del Club.

Me contó como fue que habían planeado este encuentro, ya que Kevin le había hablado sobre su amigo Ayd y Luna le había contado sobre mi. Y ambos decidieron que seria lindo presentarnos.

Paso un rato largo hasta que los chicos regresaron con las bebidas. Estuvimos hablando un poco… hasta que Ayd me toma de la mano y me pregunta…

- ¿Me acompañas a buscar otra bebida? Y de paso les dejamos un rato a solas a estos dos tortolos…- dijo señalando con su cabeza a Luna y Kevin que estaban muy acurrucados uno junto al otro…

- Vamos- le conteste y Ayd me sonrío con una de sus hermosas sonrisas. Me tomo de la mano y nos dirigimos a la barra.

Cuando vi que estaba tomando otro camino me detuve y eso hizo que Ayd se frenara conmigo.

- ¿Qué pasa?- pregunto

- La barra queda allá- comente mientras le señalaba en donde se encontraba.

El me sonrío y dijo:

-Lo se… pero quería mostrarte algo primero.

En mi mente estaba la pequeña voz de mi conciencia que me decía no caigas en esto… es una trampa… pero cuando lo miraba a la cara y miraba esos hermosos ojos… esa pequeña voz se callaba por completo y mi lado curioso salía a la luz.

Se que fue estupido de mi parte, pero decidí acompañarlo. Total yo me puedo defender, hoy le demostré a Liam que puedo, pensé con una sonrisa mientras recordaba como lo deje culo para arriba.

-Esta bien, vamos – le dije

Me guío por un costado del club, hasta que llegamos a una puerta. Uno de los de seguridad nos quedo mirando por un segundo hasta que Ayd les hizo una seña y simplemente se hizo a un lado para que pasáramos. Entramos en un pequeño pasillo que llevaba a otra puerta más. Ayd se acerco para abrirla… y salimos

Estábamos afuera, este era un callejón diferente al que habíamos usado para entrar con Luna.

- ¿Qué estamos haciendo aquí afuera?- le pregunte media intranquila.

Ayd me sonrío, pero esta fue una sonrisa diferente a las anteriores, esta era una sonrisa maliciosa.

Todo sucedió muy deprisa.

En un segundo estaba al lado de Ayd, y al otro estaba contra la pared, encerrada entre sus brazos, que eran como dos barras de metal que me mantenían prisionera con un fuerte agarre en mis hombros.

- ¡¿Qué estas haciendo?! – Le grite- ¡Suéltame!

- Ay pequeña vampiro… tendría que entregarte… pero primero pienso divertirme un poco contigo.

Sus palabras me dejaron helada.

-..¿Co…como me..llamaste?

- Pequeña vampiro

- No se de que estas hablando- dije nerviosa, y luego comencé a reír histéricamente- …estas loco… los vampiros no existen…

- Ambos sabemos que esa es una… GRAN mentira…

- Estas loco- le dije desafiante mientras lo miraba fijamente a la cara- suéltame ahora o voy a comenzar a gritar con todas mis fuerzas…

El comenzó a reírse y eso me puso mucho más nerviosa e histérica… y dijo lo mismo que yo estaba temiendo que dijera…

- Puedes gritar todo lo que quieras, pero nadie te va a escuchar…

- ¡Suéltame! Estas loco… no se de donde sacas esas estupideces de vampiros y esas cosas… suéltame si no quieres que te termine lastimando- le dije con toda la ira del mundo, por lo menos ya había podido calmar a mi parte histérica… solo me quedaba la parte salvaje…

- ¿Tu? ¿Lastimarme? – Pregunto y luego comenzó a reír- ¿Quieres saber como se que eres un vampiro?... porque puedo olerlo en ti… - dijo mientras acercaba su nariz a mi cuello-… hasta te podría decir que no eres del todo un vampiro… hueles… diferente, y eso no es porque tu sed de sangre no despertó aun... es otra cosa…

- Por que soy media sangre ¡Idiota!

¡Mierda! que estupida que soy, me mande al frente sola… yo solo necesito un cartel que diga IDIOTA en mi frente y ya esta.

- Al fin empezamos a entendernos…-dijo mientras me miraba fijamente-… era hora que aceptaras la verdad de lo que eres.

-¿Ahora puedes soltarme?- le dije irritada

-¿A caso eres lenta? ¿Cómo quieres que te diga que no pienso dejarte ir? Primero tengo pensado divertirme un rato, y luego pienso entregarte…

-¿Entregarme?- le pregunte para ganar mas tiempo, mientras mas hablara era mas posible que llegara a cometer algún pequeño descuido y en ese momento es cuando iba a aprovechar para poder escapar, y de paso darle una buena lección para que aprenda que así no se trata a una mujer, ya sea un vampiro o no- ¿Eres un vampiro?

El desgraciado ignoro mi primer pregunta… pero contesto la segunda.

-¿Un vampiro?¿Yo?... no me hagas reír. Yo soy un demonio.

¿Un demonio? Oh mierda… ¿donde demonios me metí?… ¡Mierda! que ironía… me pregunto donde demonios me metí y no con que demonio me metí.

- ¿Y que es lo que quieres conmigo?- le pregunte desafiante

- Ya te lo dije pequeña… pienso divertirme un…-

- Sisi, lo se… piensas divertirte un buen rato conmigo y luego entregarme… lo dijiste como unas veinte veces… ya me quedo claro. Veo que los demonios tienen como cualidad el ser idiotas… o tu les ganas…

Su agarre se tenso mucho más y comenzó a lastimarme… pero no le di el gusto de saber que me estaba haciendo daño. Use todas mis fuerzas para no hacer ni una sola mueca de dolor.

- ¿No te enseñaron que nunca tienes que hacer enojar a un demonio? ¿Que clase de raza es la tuya que no les advierten desde chicos sobre sus enemigos?

- ¿Por qué no me enseñas tu?- lo desafíe- Dime… ¿Por qué no puedo hacer enojar a un ESTUPIDO DEMONIO?

Su agarre se hizo mucho más fuerte, hasta que de golpe se detuvo y el agarre solo se hizo firme…

-Ya entiendo que es lo que estas tratando de hacer…- dijo con una sonrisa- eres mas inteligente de lo que pensé.

- ¿Y que es lo que estoy tratando de hacer?

- Quieres hacerme enojar- dijo con una sonrisa de satisfacción.

- ¡AH NOOOOO, PERO VOS NO SOS MAS IDIOTA PORQUE NO PODES!

- ¡Cállate, perra!- y me pego una cachetada…

Hijo de puta… ¿Cómo se atreve a pegarme? Me las vas a pagar maldito, te lo aseguro.

Y el maldito me beso….Ferozmente, pero me beso.

Oh... te voy a matar…y lo voy a disfrutar…

- Si no quieres que te corte en mil pedazos… entonces aparta tus sucios labios de los de ella y quita tus sucias manos… ¡Aléjate de ella!…-  rugió una voz. Lo dijo con tanta ira que me hizo saltar del susto… y por lo visto al idiota de mi atacante también, porque se puso rígido al instante.

El demonio se fue para atrás, pero siempre manteniéndome prisionera entre sus brazos.

Y ahí es cuando pude ver a quien le pertenecía esa voz. Lo que vi me dejo helada.

Y yo que pensaba que este idiota y Kevin eran los jóvenes más bellos que había visto. La palabra hermoso me quedaba corta para describir a lo que mis ojos estaban viendo…

Era un poco más alto que yo, con un cuerpo espectacular, unos brazos bien marcados… y se notaba que debajo de esa remera había unos tremendos abdominales. Estaba vestido con una remera negra que se le pegaba a su cuerpo, y unos jeans gastados. Tenía puestas unas zapatillas deportivas negras, y una campera de cuero que colgada de uno de sus brazos.

Tenía el pelo negro azabache… corto y desprolijo. Su cara era la perfección… a pesar de tener el ceño fruncido por la ira que tenia… sus facciones se notaban perfectamente.

Era hermoso.

Su apariencia era la típica de chico malo que dice No te me acerques… pero cuando mire su cara… me di cuenta que todo eso era una fachada…

Tenía una nariz recta y fina, unos labios que pedían a gritos que una se perdiera en ellos, y sus ojos… esos ojos

Yo conocía esos ojos…

Eran los ojos del espejo.



miércoles, 20 de julio de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 8

Capítulo 8


Estaba tan concentrada en mi reflejo que no me había dado cuenta que mi celular había estado sonando.

Tenía un mensaje de Luna.

Recién salgo de casa. En 10 minutos te quiero en la esquina de tu casa, no me hagas esperar. Luna

Ella siempre tan dulce.

- Menos mal que me aviso de su mal humor porque sino con tanta dulzura jamás lo habría notado…- comente irónicamente.

Por suerte ya había terminado de arreglarme…después de probarme 12 combinaciones diferentes… ¿Qué no me probé? Pensé con una sonrisa.

A la hora de vestirme siempre soy todo un tema. Me pruebo miles de conjuntos diferentes, y siempre termino optando por el que nunca me hubiera imaginado… y hoy no fue la excepción.

Me probé vestidos, jeans, polleras, shorts, remeras con mangas, sin mangas… pero por suerte termine escogiendo un conjunto divino.

Hoy estaba vestida con una falda de encaje negra, una remera de hombros caídos corta de animal print, botas negras cortas con tacos y medias negras caladas, y para no morirme de frío tome mi amado tapado gris que me compre el otro día. Amo este tapado.

Me mire nuevamente en el espejo para comprobar mi maquillaje y por un segundo me pareció ver mi reflejo diferente, me veía a mi misma pero era una versión mía mucho mas grande, con muchos años mas... pero eso era es imposible, así que no le di importancia a lo sucedido y como vi que mi maquillaje estaba en perfecto estado tome mi bolso y me apresure a salir de mi habitación.

Estaba tan distraída que cuando bajaba las escaleras me choque con Liam. Este me miro por unos segundos y mientras levantaba una ceja me dijo;

-¿Así piensas salir a la calle?

-¿Qué?¿Que tengo?¿Me queda mal?... sabia que tenia que ponerme el otro conjunto…- comente mientras me estaba por dar vuelta para volver a mi cuarto y cambiarme rápidamente, ya que Luna estaba por llegar y por su mensaje se notaba que no estaba de humor para esperarme como siempre, ya que siempre la hacia esperar. Pero bueno toda mujer tiene que entenderme, no es nada fácil elegir que ponerse. Eso es algo muy importante... y un trabajo difícil. Y ni hablar de cómo ir peinada…

Antes de que me pudiera dar la vuelta para regresar a mi habitación Liam me tomo del brazo y me detuvo.

- No, no estas mal. Todo lo contrario… estas preciosa. Pero me parece demasiado… te podrías haber puesto no se… una remera que tapara mas, no esta que casi esta mostrando tu ombligo… una pollera mas larga y menos ajustada… podrías ponerte que se yo otra cosa… algo menos sugerente… algo mas no se… hogareño… - comenzó a balbucear

Que dulce… esta haciendo el papel de hermano celoso. No pude evitar reírme, nunca había visto a Liam así, era muy dulce.

-… ¿De que te ríes? – pregunto enojado

- ¿Algo… hogareño?- pregunte entre risas

Me miro con el ceño fruncido.

- Sabes a que me refiero… creo que deberías llevar mas ropa encima… eso es todo- esto ultimo lo dijo mientras se pasaba la mano por su pelo y continuo- … es que todavía no estoy acostumbrado a verte así- dijo mientras me señalaba con la otra mano-… no estoy acostumbrado a la idea de que ya no eres una niña. Ya no eres mas mi pequeña hermanita, ya estas hecha toda una mujer.

Esto último lo dijo con una sonrisa melancólica.

- La ultima vez que te vi todavía usabas jeans gastados, te gustaba luchar conmigo, tenias 14 años… eras mi hermana pequeñita. Mi pequeña princesita… aunque siempre actuaste como una pequeña guerrera mas que como una princesa -esto ultimo lo dijo con una sonrisa mientras me miraba-  y ahora ya estas hecha toda una mujer… no puedo creer como has cambiado en estos 4 años…

El siempre tan dulce… con su pequeño discurso me dejo con un nudo en la garganta, sentía que mis lágrimas estaban a punto de caer. Pero para evitar eso decidí bromear con el.

- Y en las luchas siempre te ganaba…

- Eso porque yo te dejaba ganarme – comento con una sonrisa de satisfacción.

- ¡Mentiroso!- lo acuse- ambos sabemos que siempre fui mas ágil que tu, por eso mismo siempre te terminaba ganando.

- No puedo creer que después de todo el tiempo que paso desde la ultima vez… ¿Cuánto tiempo ha pasado ya desde nuestra ultima pelea?... bueno en fin, no puedo creer que después de todo ese tiempo aun sigas creyendo que me ganabas porque eras mejor que yo… y yo que siempre te creí inteligente. Ahora se me cayo una idola, no puedo creer que no te hayas dado cuenta que siempre te dejaba ganar…- comento y comenzó a reírse

A todo esto yo estaba que hervía de la ira… ¿Como se atrevía a llamarme idiota y reírse en mi cara? y encima de eso el no querer reconocer que le ganaba porque era mejor… esto ya es demasiado. Te voy a dar una linda lección hermanito.

- Cuatro años, tres meses y ocho días

Liam paro de reírse y me miro;

- ¿Te sabes exactamente cuantos años, meses y días… pasaron desde la ultima vez que luchamos?- pregunto atónito - ¿Y por casualidad no te sabes las horas también?- pregunto irónicamente con un poco de diversión.

- Siempre fui buena en matemáticas- dije mientras me encogía de hombros-… y para tu información no se las horas, pero el resto de lo demás si lo sé. Una chica nunca se olvida de cuando fue la última vez que vio a su hermano.- dije en un tono melancólico y aparte la mirada.

Liam se quedo perturbado por unos segundos y ese fue el tiempo suficiente que necesite…

-Xi... – nunca llego a terminar lo que me iba a decir porque lo deje en el piso.
Aun así con pollera y botas de tacones pude lograr lo que quise. Me agache y de una patada lo barrí y termino culo para arriba. Y todo gracias a mi comentario intencionado… ya que con eso logre distraerlo lo suficiente para golpearlo.

- ¿Todavía sigues pensando que me dejabas ganar?- le dije mientras me levantaba y acomodaba mi ropa con una sonrisa en mi cara.

- Mierda Xi… si que eres fuerte.

Le di mi mano y lo ayude a pararse, cuando estuvo de pie nuevamente me dijo;

- Y para que conste esto no cuenta, fue un truco sucio… aprovechaste el momento en el que estaba distraído para tirarme. Yo nunca te enseñe a que golpees suciamente- dijo con una sonrisa-… pero aun así me alegra saber que seas así de fuerte. Ahora me puedo quedar mucho mas tranquilo de que ningún desubicado se te va a acercar sin que antes le des una lección.

- ¿Eso quiere decir que apruebas mi vestimenta?- pregunte con una sonrisa- ¿o quieres que te siga demostrando que puedo defenderme sola?...

- No, gracias. Ya tuve suficiente por hoy…- menciono mientras levantaba sus manos en un gesto de rendición.

Justo en ese momento mi celular comenzó a sonar.

Oh mierda, me olvide de Luna.

- Ya estoy saliendo- conteste al celular lo más rápido que pude.

- Siempre dices lo mismo, ya estoy en la esquina.

Y antes de que pudiera contestar ya había colgado.

- Me están esperando, nos vemos dentro de unas horas…si es que no estas dormido- le dije con una sonrisa y añadí- aunque según el mito tu tendrías que vivir por las noches y dormir de día…

- Ja Ja… muy graciosa… - dijo con una sonrisa.

- Sisi, lo se… ustedes son unos vampiros “especiales”, tu raza va en contra de todas las leyendas de los vampiros… si Drácula realmente existiera seria el primero en ir y darle caza a uno por uno… solo por el hecho de no comportarse como los vampiros deberían hacerlo…

-¿Y como es que los vampiros deberían comportarse? – pregunto Liam curioso y divertido.

- Ya sabes…- le dije – lo típico… tendrían que tenerle miedo al sol… porque este los quemaría, tendrían que aterrarles el ajo, las cruces, el agua bendita… tendrían que vivir de noche… no tendrían que tener reflejo, tendrían que ser extremadamente pálidos y fríos… tendrían que matar a los pobres humanos… aunque para ustedes solo serian “bolsas de alimento con patas”.

- Y a demás son unos egoístas- lo acuse

Liam seguía mirándome con curiosidad y diversión.

-¿Por qué somos egoístas? - pregunto

- Por que ustedes tendrían que darle un trabajo a los pobres Cazavampiros como Buffy, por su culpa ellos se quedan sin trabajo… y ni hablar de los pobres productores de Hollywood y escritores… ustedes van en contra de la naturaleza vampirica… por culpa suya esta gente quedaría sin trabajo, ya que no tendría sobre que escribir o dirigir.

- Espera un segundo a ver si entendí… ¿Con esto me estas queriendo decir que querrías que fuéramos como las criaturas que describen en los libros y en las películas? ¿Que matáramos gente para comer o por diversión?

- ¡¡DIOS, NO!! – Dije horrorizada- estamos hablando HIPOTETICAMENTE… así es como deberían lucir los vampiros, ustedes le ensucian su nombre. Tu raza seria Bambi en comparación de lo que tendrían que ser los vampiros.

- ¿Acaso es que existe algún manual donde dice que así es como deberían actuar los vampiros? – pregunto.

- No… tonto. Así es como los muestran en todos lados. Como criaturas sin almas, chupadores de sangre y asesinos sin escrúpulos. – lo mire como diciendo que era un tonto por no saber estas cosas- ¿Nunca viste alguna película de vampiros? Sacando de lado crepúsculo, que de cierto modo también ensucian el nombre de los vampiros… ¿Pero nunca leíste Drácula, o viste alguna película de vampiros?... me extraña que siendo un vampiro sepas muy pocos de ellos.

- Y con todo esto… ¿A dónde quieres llegar?- me cuestiono Liam con una ceja levantada mientras me miraba expectante…

- No lo se… ya me olvide a que venia todo esto.

Liam me miro por un segundo seriamente y luego comenzó a reírse a carcajadas.

- Ay Xia… tienes una imaginación tremenda. Tienes que dejar de ver tantas películas y leer tantos libros porque ya te esta haciendo mal a la cabeza. Eres única hermanita. Por cierto… siempre creí que eras fanática de la saga crepúsculo.

- Obviamente que soy fanática, pero eso no quita el hecho de que junto con ustedes no se merecen el llamarse vampiros, los dos van en contra de cómo deberían de ser los vampiros… en fin tienes razón tendría que dejar de ver tantas películas y de leer tanto pero… prefiero esas cosas antes que enfrentarme a la realidad- dije mientras hacia una mueca.

- A veces la realidad no es tan mala como parece- dijo Liam en un tono comprensivo.

- Hablando de la realidad… emm… ¿Cómo… como te las estas arreglando con aquel asunto tuyo? – pregunte media insegura.

-¿Qué asunto? – pregunto Liam sin entenderme una palabra.

- Ya sabes…ese “Asunto”- le dije mientras remarcaba las comillas con mis manos, mientras mencionaba la palabra ASUNTO

Liam me miraba como si le estuviera hablando en otro idioma.

- Uyy Liam si que eres lento… te hablo de… tu alimentación.- dije media vacilante

- Ahh era eso, era mas fácil que me lo preguntaras directamente- dijo mientras me miraba con el ceño fruncido por mi “estupidez”

- ¿No te estas alimentando de mis vecinos no?- pregunte media horrorizada.

Aclaro; “Media horrorizada” porque de por si mis vecinos eran unos viejos metidos y malhumorados, yo siempre le dije a mi madre que estaba segura que estábamos viviendo en medio de una calle de jubilados, porque en mi cuadra el “mas joven” tenia 62 años… y mucho no me agradaban, aunque yo tampoco les agradaba a ellos… por unos pequeños incidentes que tuvimos el verano pasado. Cuando accidentalmente quise hacer una “pequeña” fiesta en casa… ya que mi madre se había ido unos días al casamiento de una amiga que lo hacia a 600km de distancia de donde vivimos y como iba a ir para allá si o si se tenia que quedar unos días, y como yo no tenia ganas de ir me quede en casa y como la tenia sola se me ocurrió hacer una pequeña fiesta y esa “pequeña” fiesta se termino convirtiendo en una GRAN fiesta… y bueno, al final sin querer… uno de los invitados estaba un poquito tomado y cuando se subió a su coche para regresar a su casa tuvo un pequeño accidente con Bobby, el perro de la cuadra.

Todo el mundo adoraba a este perro. Lo habían dejado tirado en la puerta de la casa de la señora Hernández y  como ella ya tenia a 5 perros no podía tenerlo, entonces los vecinos se unieron de forma solidaria para que entre todos le dieran un hogar y le armaron como hogar una casita abandonada con un gran patio que el municipio nos había regalado precisamente para hacer algo positivo con ella, y la usaron para hacer un pequeño refugio de perros perdidos. Y como Bobby fue el primero en llegar al refugio era muy amado por todos los vecinos. Pero ese perro no se que tenia conmigo, cada vez que me lo cruzaba me quería morder. 

Hasta tenia por enemigo a un perro, tendría que ponerme un cartel que diga “Se busca más enemigos, ¿algún voluntario?”

Bueno en fin…yo siempre me voy por las ramas. La cosa era que este perro era amado por todo el barrio menos por mi, ya que como les dije anteriormente siempre hubo una enemistad entre nosotros. Bobby era el único que tenía permitido ir y venir cuando quería en el refugio, ya que se conocía el barrio y amaba pasearse por la calle para que los vecinos lo mimaran… y de paso para hacerme la vida imposible.

Bueno esa noche, Martín, el chico que les decía que estaba un poco tomado, se había subido a su auto para regresar a su casa y vio un poco tarde que Bobby estaba en medio de la calle.

No paso nada grave, solo unos pequeños golpes por el accidente y unos rasguños… pobre Martín.

El perro estaba sano y salvo. Pero como “la pequeña fiesta” estaba siendo un “poco” ruidosa, había algunos vecinos que estaban en la calle camino a mi casa para quejarse, y ellos fueron testigos del accidente al igual que lo fui yo.

Como les decía.. Martín vio un poco tarde a Bobby. Un poco tarde porque no tenia tiempo para frenar pero si para girar de golpe y así evitar atropellarlo.

Martín termino chocando contra el poste de luz, y eso ocasionó un gran corte en toda la cuadra (otro de los motivos por los que me odian, es porque esa semana estuvimos toda la semana completa sin luz.. pero tendrían que odiar a Martín, no a mi, el fue quien choco contra el poste y ocasiono el gran corte no yo. Pero bueno, siempre la culpa es de la rebelde de Xia Seigner. La hija de una madre soltera. Porque así es como me veían esos viejos. Ya que a mi padre solo lo veían en ocasiones porque el no vivía con nosotras y después de su muerte, que fue cuando yo era muy chica…no lo vieron nunca mas. Entonces para ellos yo era la “Rebelde hija de una pobre madre soltera”)

Como les decía… Martín llego a girar justo y no le hizo nada a Bobby, pero el si se golpeo un poco, y ni hablar de cómo quedo su coche. Por suerte el solo tenia un pequeño corte en la cabeza y unas pequeñas contusiones, pero nada mas grave.

Lo peor fue lo que paso después.

Como les decía ese perro era amado por todos los vecinos, así que los vecinos que vieron el accidente se abalanzaron sobre Bobby para comprobar su estado… y una vez que comprobaron que el perro estaba bien… ahí es cuando fueron por el pobre de Martín.

Estas viejas locas, lo arañaron todo y le empezaron a gritar que casi mata a un pobre e indefenso animalito. Aunque para mi punto de vista de indefenso no tenia nada, el único indefenso en todo esto era el pobre de Martín que aparte de haber chocado, tuvo que soportar los arañazos y los gritos de estas viejas locas.

Después de todo este incidente llego la policía y se ocupo de todo. Me hicieron una enorme multa por hacer una fiesta en casa con menores y con alcohol. Pero por suerte llame a mi hermano y le pedí que me ayudara con este inconveniente sin que mi madre se enterara y Liam me ayudo a pagar la multa, pero aun así mi madre se entero de todo y como siempre la culpa era mía entonces estuve un par de semanas castigada.

En fin esos eran los motivos por los cuales mis“queridos” vecinos no me querían.

Ahora que lo pienso mejor… no me molestaría tanto si se alimentara de ellos. Esas viejas molestas se merecen que mi querido hermanito las dejara secas, así no molestan a nadie mas. Pensé con una sonrisa.

- Xia cada día me sorprendes mas- dijo Liam un poco horrorizado y divertido a la vez- primero te horrorizas si me alimento de tus vecinos y ahora te veo perdida en tus pensamientos y con una sonrisa en tu cara. No quiero ni imaginar en que estas pensando…

- Igual la respuesta es no, no me estoy alimentando de tus vecinos, yo…- antes que terminara lo que estaba diciendo lo interrumpí.

- No me digas que eres como el de crepúsculo, que se alimenta de animales. Por favor no me digas que te almorzaste a Bobby, ese maldito perro ya me trajo muchos problemas. Aunque no me molestaría si lo dejaras seco, pero las viejas de la cuadra enseguida me culparían a mi, siempre la culpa de todo lo que pasa es mía, y saben que el perro y yo nunca nos llevamos bien, pero aun así… no quiero mas problemas con esas viejas metidas…

- Xia no me almorcé a ningún Bobby. A demás de que no lo conozco- dijo divertido.

- ¿Y entonces como es que te estas alimen..?- no llegue a terminar la frase, ya que la peor de las ideas acabo de cruzar por mi mente.

-¡Mamaaaa!- grite horrorizada.

-¿Xia que demonios te pasa? ¿Por qué gritaste así?- contesto mi madre mientras salía de la sala de estar.
Antes de que pudiera decir algo o de que fuera a comprobar si tenia alguna mordida Liam me interrumpió..

- Coni… Xia creyó que yo me estaba alimentando de ti- comento y ambos comenzaron a reírse.

- Ay hija por favor, ¿Cómo puedes llegar a pensar eso de tu hermano?- me pregunto en un tono que decía que me estaba regañando por pensar mal de mi hermano.

- Bueno… es que le pregunte como se estaba alimentando y se me acabaron las opciones. Le pregunte por los vecinos, Bobby el demonio con cuatro patas… y la ultima opción que me quedaba eras tu- dije como tratando de darle coherencia a mi argumento.

- ¿Y nunca se te ocurrió la opción de las bolsas de sangre?- pregunto mi madre con el ceño fruncido.

- Oh…Dios, lo siento Liam, nunca quise pensar mal de ti.- dije muy arrepentida por mis pensamientos.
Liam seguía sonriendo.

- ¿De que te ríes? Te acabo de acusar de que te cenaste a mi madre y tu te ríes..

A veces no entendía para nada a Liam.

- Me río porque no puedo creer la imaginación que tienes, no quiero ni imaginar que cosas pasan por tu cabeza. Cada día me sorprendes mas- comento y comenzó a reírse- sin duda eres única Xia, te aseguro que no existen dos como tu.

- De eso yo también estoy muy segura- dijo mi madre con una sonrisa y luego añadió- ¿No tenias que salir con Luna?

- ¡Oh, maldición! Me olvide completamente de Luna.

Me apure a darle un beso rápido a mi madre y otro a mi hermano. Y justo cuando estaba en la puerta me di vuelta y le dije a Liam;

- Puede que siempre haya sido mas una guerrera que una princesa… pero siempre voy a ser tu pequeña hermanita.

Y con eso salí para encontrarme con una Luna furiosa que me estaba esperando en su coche.

- Lo siento- le dije mientras me metía en el coche antes de que me dijera algo- es que se me paso el tiempo, y me olvide que estabas afuera, lo siento, lo siento, lo siento…

- Esta bien Xia, estoy acostumbrada a tener que esperarte- dijo en un tono medio raro mientras ponía en marcha el coche.

- ¿A dónde nos dirigimos esta noche? ¿Ahora me lo vas a decir? Porque siempre que te pregunte me dejabas con la intriga y me decías que era una sorpresa… ahora dime ¿A dónde vamos?

Luna se giro para mirarme con una sonrisa rara…

- ¿Y? ¿A donde nos dirigimos?- insistí

- Al Infierno.




domingo, 17 de julio de 2011

Nunca dejen que nada ni nadie les impida soñar, hay mucha gente negativa en este mundo que siempre los va a tirar abajo.. y en esos momentos es cuando uno tiene que poner todas sus fuerzas y levantarse. Nada en esta vida es imposible. Y el soñar no le hace daño a nadie.. ya que con esfuerzo quien sabe y hasta los sueños se cumplan...

jueves, 14 de julio de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 7

Capítulo 7


- ¿Estas segura de lo que estas haciendo?

Deje a un lado las tijeras que estaba usando para cortar algunas rosas, ya que el cuidado de los rosales requería de mucho tiempo y trabajo, y me gire para mirar a Marvin.

- ¿Otra vez con lo mismo? – pregunte con cansancio. Ya habíamos discutido mucho sobre este tema, y le había dejado bien en claro mi opinión al respecto.

Marvin me observaba mientras se tocaba el pelo, un gesto que para cualquier otra mujer habría resultado completamente seductor ya que Marvin era exquisitamente bello. No aparentaba tener ochocientos tres años, sino que aparentaba tener unos cuarenta años humanos. Marvin era el sueño de toda mujer hecho realidad. Poseía unos ojos celestes que al mirarlos era como si miraras al cielo mismo. Tenia una nariz recta, una boca fina y sensual, con una pequeña barba de unos días que lo hacia ver sumamente sexy. Tenía el pelo de un color negro azabache, y lo traía corto, pero no corto al ras sino que lo tenía un poco mas largo. Y siempre andaba despeinado, con esa pequeña melena leonina que hacia volver loca a cualquiera. Y su sonrisa… su sonrisa te dejaba sin habla, aunque no muchos la conocían, ya que siempre estaba serio pero yo era una de las pocas afortunadas que conocía esa bella sonrisa. Su cuerpo era escultural… la única palabra que podría describirlo perfectamente seria EXQUISITO.

A pesar de que Marvin era mas viejo que yo y me conocía desde que yo era una niña, siempre dejo bien en claro que tenia sentimientos por mi, desde hace años. Pero yo nunca podría corresponderle. Mi corazón ya lo había entregado hace años y nunca me lo habían devuelto.

Marvin sabia que yo nunca podría corresponderle, pero aun así el siempre se mantuvo fiel hacia mi, sin importar que el tuviera sentimientos diferentes de los que yo sentía hacia el. Pero eso por suerte nunca fue un impedimento para nuestra amistad. Lo observe un rato más antes de darle mi respuesta. Se le notaba sumamente preocupado, ya que no dejaba de tocarse su cabello. Y como yo lo conocía a la perfección, sabía que ese era un gesto que indicaba su preocupación.

- Bella Cyrene.. – dijo en ese tono tan exótico que poseía, ya que Marvin era Italiano, y aunque hablaba todos los idiomas y se había acostumbrado a hablar en español, aveces le salía su bello acento…- creo que estas apresurando las cosas…

- Ella esta haciendo lo correcto- dijo una voz que provenía desde el otro lado de la habitación, ambos conocíamos muy bien a quien pertenecía.

Marvin se puso instantáneamente en estado de alerta…

- Bastian – dije con una sonrisa. Bastian me devolvió la sonrisa y en un parpadeo me encontraba entre sus brazos en un acogedor abrazo. Al lado mío podía sentir la ira que provenía de Marvin….

- ¿Qué demonios significa esto?- gruño Marvin.

-Esto significa un abrazo por si no te has dado cuenta aun. Yo se que tu intelecto no te da para tanto, y no creo que te hayan dado algún abrazo en toda tu vida gracias a tu cara de transito lento…- respondió Bastian con una sonrisa y luego continuo- …así que es de entender que no sepas lo que es un abrazo… Y lo de demonios esta de mas, los únicos demonios aquí son tu…- dijo mientras lo señalaba con el dedo y hacia una mueca de desagrado- … y mi bella y querida Cyre, la demonio mas bella y delicada que he visto en mi vida...- comento mientras me besaba delicada y seductoramente mi mano.

Bastian en comparación con Marvin era un polo opuesto en todos los sentidos. Lo único que tenían en común además de ser sumamente bellos era que ellos son mis mas grandes y fieles amigos.

Bastian tiene unos ojos un tono almendra, una nariz recta pero perfecta, y unos labios demasiado tentadores. Su cabello es castaño claro, lo tiene mas corto a ambos costados, casi al ras, y arriba posea una pequeña cresta que te vuelve loca, junto con un aro en una de sus orejas y su excéntrico piercing en la lengua que se le notaba al hablar. También tenía un poco de barba de unos días que le daba un toque muy masculino y a la vez juvenil. Y ni hablar de su cuerpo. Posee el cuerpo más espectacular de todos. Con unos brazos bien formados, unas piernas de futbolista y unos abdominales tan marcados que podrías usarlos como una tabla para lavar tu ropa. Y una sonrisa picara que volvería loca a cualquiera. Con solo verlo te dabas cuenta de su personalidad, ya que expulsaba seducción por todos sus poros, era un seductor nato.

En personalidades Marvin es reservado mientras que Bastian es completamente abierto. Marvin es serio y Bastian es todo lo contrario… es impulsivo, encantador, gracioso y por sobre todas las cosas es un conquistador… el numero de mujeres a las que habría conquistado sin duda superaban por mucho el numero de su edad, que no es poco, ya que tenia 234 años. Otra de sus diferencias es que Marvin es un demonio antiguo, y Bastian un hechicero joven.

Antes de que comenzara la guerra entre ellos y Marvin le contestara su insulto, me adelante a ello y pregunte;

- Bastian cariño, ¿Qué hacer aquí? Sabes que nadie puede entrar en el territorio de los demonios, es peligroso para ti…

-Lo se Cyre, te puedes ir quedando tranquila ya que nadie sabe que estoy aquí, por algo soy un hechicero. Tengo mis trucos para poder introducirme a donde quiera sin que noten mi presencia- dijo con una sonrisa y antes de continuar se puso serio al instante- … es que tenia que venir a verte. A advertirte que tiene que ser esta noche…

Sus palabras me dejaron perdida por un segundo, una vez que recupere la compostura volví a hablar…

-¿Esta noche? ¿Estas seguro?... – pregunte preocupada

- …Cyrene me parece demasiado pronto para que sea esta noche, a demás de que sabes muy bien lo que pienso al respecto. Nunca me gusto que metieras a ese muchacho en esto- interrumpió Marvin con preocupación y fastidio en su voz.

- Sabes que yo nunca me equivoco cariño – dijo Bastian ignorando a Marvin mientras me miraba con una mirada de compasión en el rostro, ya que ambos sabíamos a que se refería con el comentario…y solo recordarlo comenzaba a revivir el profundo dolor que sentí esa noche, pero para no caer en la tristeza… decidí concentrarme en lo que ahora importaba.

Bastian no solo era un gran hechicero, sino que también era vidente, el podía predecir el futuro. Y si te decía que tenias que ir por la izquierda… sin dudarlo tenías que ir por la izquierda, ya que él sabia que si ibas por la derecha algo te iba a pasar. Y yo más que nadie sabía muy bien que el poder de Bastian era autentico, ya que lo experimente yo misma…

Si aquella noche le hubiera hecho caso… capas podría haberlo evitado…

Aunque Bastian me aseguro que la muerte era inevitable, lo que podría haber evitado era lo que tuve que hacer después…

Hoy no iba a cometer el mismo error del pasado. Respire profundo y decidí tomar una decisión al respecto, y lo dije un tono de “no me cuestionen”

-Entonces esta decidido, se hará esta noche.

Marvin me miro un rato a los ojos antes de asentir hacia mí.

- Como desees querida, iré por el muchacho.

















viernes, 8 de julio de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 6

Capítulo 6


Ya habían pasado varias horas desde el incidente de la cadenita pero aun así no podía dejar de pensar en eso.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que mi madre había entrado en mi habitación con el teléfono en la mano.

-Es Luna- dijo mientras me alcanzaba el teléfono.

Con todo lo ocurrido me había olvidado completamente de los planes que teníamos para esta noche.

-¡Feliz cumpleaños amiga!- grito Luna con entusiasmo-  Esta noche la vamos a pasar excelente- Se la notaba muy excitada. Desde hace semanas que habíamos planeado esta salida.

Espero que me entienda y no se enoje...

-Gracias Lu-  conteste con una sonrisa- …y con respecto a nuestra salida… hay algo que tengo que decirte...- comencé con cautela.

- ¡Xia! ¿No me digas que lo vas a cancelar?- pregunto enojada. Me conoce mas de lo que creí…

-Sí, pero tengo un gran motivo para hacerlo Lu.

- Xia Seigner ¿qué motivo puede ser más importante como para cancelarle a tu mejor amiga una salida de la cual venimos planeada desde hace semanas?- Se la escuchaba muy enojada.

-Lu… es que vino mi hermano. –dije tratando hacerla entender el motivo por el cual decidía cancelar la salida, además de que no tenía muchas ganas de salir por todo lo que había sucedido esta tarde.

-¿Liam esta allí? ¿Pero como…cuándo llego?.. – me bombardeo con tantas preguntas que no tuve tiempo de procesar ni una sola de ellas, así que me limite a hacerle un breve resumen;

-Liam llego hoy a la mañana, vino como sorpresa por mi cumpleaños. Y como solo se queda hasta pasado mañana me gustaría pasar este tiempo con el- No mencione el hecho de que Liam quería llevarme con el, ese era un tema del cual todavía se estaba en discusión.

- Xia mañana lo puedes ver, no le va a afectar en nada que salgamos hoy a la noche… no seas mala, teníamos esta salida planeada desde hace tiempo. Además dijiste que se va pasado mañana es decir que tienes todo el día de mañana para poder pasarlo junto a él. Yo solo te estoy pidiendo una noche Xi, solo esta noche. Me lo prometiste…

Sonaba un poco rara, no se como explicarlo pero se la notaba rara. Nunca pensé que esta salida fuera tan importante para ella.

- Lo siento Luna, nunca creí que esta salida fuera tan importante para ti. Pensé que como eras mi amiga me ibas a entender, y que no te ibas a enojar tanto porque te pidiera que pasáramos la salida para el fin de semana próximo- comente dolida

- Lo siento Xi, es que realmente… realmente quería salir. Y tiene que ser hoy, no puede ser otro día, ya tenía muchas expectativas para esta noche. Por favor amiga, no te estoy pidiendo mucho, solo salimos un rato, una o dos horas y después volvemos. Te prometo que no vamos a estar mucho tiempo, así mañana puedes levantarte temprano y disfrutar del resto del día con tu hermano.

Al principio Luna parecía estar enojada y ahora parecía estar desesperada. No se porque, pero solo el hecho de pensar en salir esta noche me dio un escalofrío, como si algo importante fuera a pasar pero no sabia que.

- No lo se Luna…

- Dale Xi… por favor…

- ¿Me prometes que solo serán unas horas nada mas? Porque mañana quiero pasar el resto del día junto a Liam y no quiero parecer una zombie por no poder dormir nada por culpa de salir de noche…- Derepente una idea cruzo por mi cabeza…

-Lu ¿Por qué no le decimos a Liam que salga con nosotras? De seguro que a él le va a encantar la idea de salir y de paso se conocen.

-¡NO! ¡El no puede venir! – sonó como si le hubiera dicho que quería invitar a un monstruo en vez de a mi hermano. Esta bien el no es humano, pero eso Luna no lo sabia, además Liam es muy inofensivo solo toma un par de litros de sangre humana para vivir, pero eso tampoco lo sabía así que me extrañaba su reacción.

-¿Por qué? ¿Tienes algún problema con mi hermano? – pregunte enojada. Si me hubiera dicho de buena manera que no quería que Liam nos acompañara lo habría entendido, pero por la forma en la que lo dijo hizo que me molestara mucho, ya que no entendía el motivo de tal reacción.

¿Cuál es la diferencia si Liam viene o no? ¿Por que dijo que no de esa forma?

- Lo lamento amiga no quise sonar tan ruda, es que esta es una salida de chicas, una salida de amigas. Además imagínate que tu hermano venga con nosotras, se va a sentir fuera de lugar al estar en una salida solo de mujeres. Para la próxima lo llevamos con nosotras pero esta noche tenemos que ser solo las dos.

- Si me lo hubieras planteado de esta manera te habría entendido, pero la verdad Luna es que sonaste muy mal de la manera en la que lo dijiste. Aunque tienes razón, esta era nuestra salida, además de que Liam se iría a sentir fuera de lugar.

-¿Eso es un si?- pregunto excitada.

-Si- le dije con una media sonrisa.

- ¡Perfecto! ¿Entonces te paso a buscar a las once?

- ¿Por qué no vienes un rato antes, así te presento a mi hermano?

- No lo se Xi… –  la note media asustada- …la verdad no te enojes pero hoy no estoy de animo para conocer a tu hermano, no es que tenga nada en contra suyo pero hoy no tuve un buen día, yo solo necesito de una buena salida con mi mejor amiga. Si hoy me presentas con tu hermano le voy a causar una mala impresión por el mal humor que tengo, y tú ya me conoces de mal humor, así que mejor dejémoslo para otro día.

Luna cada vez sonaba más rara igual trate de no darle importancia, ya que en cierto modo tenia razón, ella poseía un carácter muy especial y si estaba de mal humor, no era buena idea presentársela a Liam.

- Esta bien- dije- Nos vemos. Besos

-Besos amiga, y vas a ver que no te vas a arrepentir de esta salida- dijo en un tono que me dejo muy intrigada y corto.

Una vez que termine de hablar por teléfono pensé en hacer algo para distraerme y despejarme un poco de todo lo ocurrido, así que tome una silla, la puse en frente del espejo y comencé a trenzar mi cabello mientras miraba mi reflejo. Generalmente esto siempre me tranquilizaba y me daba cierta paz pero esta vez sentí como si me faltara algo, me sentí incompleta.

Así que apresure la actividad para así terminar de trenzarlo más rápido y justo cuando estaba terminando de hacer la trenza alguien golpeo mi puerta.

- Xi ¿puedo pasar? – era la voz de Liam.

- Si, pasa- conteste mientras terminaba la trenza y la ataba para que no se desarmara.

- Recién acabo de llamar a la Academia- comento Liam mientras tomaba asiento en mi cama. Yo me senté a su lado y pregunte impaciente;

- ¿Y? ¿Averiguaste algo?

Liam se me quedo mirando un rato antes de contestar.

-Se que no tienes intenciones de venirte conmigo a la Academia pero eso va a ser lo mejor para ti en este momento. Vas a ver que te vas a poder adaptar rápido, además tenemos que avisarles a los antiguos sobre tu transición, ellos siempre tienen que saber cuando uno de nosotros pasa por su etapa de transición y más en tu caso que eres media-sangre y no sabemos muy bien que cambios vas a sufrir. Ellos te van a poder ayudar mejor…-

-No, no quiero ir a la Academia- exclame. Ni pensarlo- Yo ya tengo una vida aquí, y esta es la vida que quiero. Va a ser demasiado difícil para mí tener que pasar por varios cambios como para encima agregarle el meterme de pupila en una prisión y para el colmo de VAMPIROS. Ni hablar.

-Bueno, eso lo discutiremos de acuerdo con la respuesta de los antiguos. Existe la posibilidad de que nosotros nos complicamos las cosas más de lo que en realidad son y tal vez ellos nos digan que estuvimos preocupándonos por nada. La mejor opción que tenemos es hablar con ellos y ver que es lo que tienen para decirnos. Mientras tanto yo ya hable con Urian y le conté sobre ti…-

-Espera un segundo, ¿Qué le contaste exactamente? ¿Y que quisiste decir con mientras tanto? ¿Todavía no les has informado a los antiguos sobre mí? – pregunte esperanzada, ya que todavía no estaba preparada para que todo el mundo vampirico supiera de la existencia de una nueva media-sangre.

-No. Se que todavía tienes muchas dudas sobre esto y aun no estas preparada para afrontarlos, así que le pedí a Urian que investigara mientras pensamos que hacer. Pero mañana sin falta tenemos que informarles de todo esto a los demás- eso último no me gusto mucho, pero al menos tenia un día más para pensar bien las cosas y si no nos queda otra opción tendré que hacer lo que Liam dice.

-Gracias- dije con un intento de sonrisa- ¿Y que fue lo que le contaste a Urian?- pregunte insegura.

Liam se tomo su tiempo para contestar, se lo veía cansado. Se notaba que el estuvo igual de intranquilo que yo desde que llegamos de nuestro paseo. Al parecer no era la única que estuvo pensando sin parar desde nuestra llegada.

-Todo esto me tiene de los nervios…- dije un poco afligida y nerviosa, todo esto me asustaba como el infierno, yo pertenecía a una clase que se podría definir como única ya que había muy pocos media-sangre y cada uno de ellos poseía habilidades únicas. Y luego de ver la reacción de mi madre cuando le contamos todo lo ocurrido hizo que me pusiera peor.

Ni bien llegamos le hablamos de todo lo que había pasado y lo tomo mucho peor de como creí que iba a tomarlo, automáticamente se puso a llorar mientras me abrazaba y me aseguraba que todo iba a salir bien, que íbamos a averiguar mas sobre esto. Pero aun así, esas palabras no me quitaban el mal presentimiento que sentía y el ver a mi madre tan afectada me hizo muy mal. Siempre la había visto tan entera, y al verla en el estado en el que lo hice hoy hizo que cayera más en la realidad de que todo esto realmente había ocurrido, y que las cosas eran más complicadas de lo que parecían serlo.

Mi cara de seguro demostró el miedo que estaba sintiendo porque Liam me miro con compasión y me abrazo.

-Ya te dije que vamos a resolver esto princesa, yo se que debes de estar muy asustada. Yo en tu lugar también lo estaría. De un día para el otro pasaste de ser una adolescente normal, a una adolescente que se entera que su padre y hermano provienen de otra raza, y que eres mitad humana. Y encima descubriste que tienes un poder muy especial y único.- esto ultimo lo dijo mirando a la cara- Esta bien estar asustada linda, todos tenemos miedo alguna vez y lo tuyo es entendible. Pero quiero que sepas que no estas sola en esto. Siempre me vas a tener a tu lado, porque te amo y siempre vas a ser mi pequeña princesa.

Al escuchar esas palabras se me llenaron los ojos de lágrimas y lo abrace muy fuerte.

-Gracias, te amo hermano.

Liam saco un pañuelo y me seco las lágrimas.

-Bueno, ahora ¿quieres saber que fue lo que hable con Urian?- pregunto con un intento de sonrisa.

-Si- conteste mientras me terminaba de secar las lagrimas.

- Primero te cuento que Urian además de saber mucho, el siempre tuvo una fascinación por los media-sangre. El se pasa la mayor parte de su tiempo libre leyendo viejos manuscritos, libros y todos los informes que haya sobre los media-sangre, así que si hay alguien que sabe del tema, o nos puede facilitar algún contacto con el cual hablar sobre el tema, ese tiene que ser él.

-… le conté que eras media-sangre, y también le conté el incidente que paso esta tarde con la cadenita. Esto ultimo lo dejo perplejo, ya que el nunca había oído hablar de algo así. Pero no te desesperes… - anuncio rápidamente, al ver mi expresión-…como te dije Urian es uno de los mejores, y conociéndolo como lo conozco el no va a parar hasta encontrar respuestas sobre esto. Además tu caso lo dejo muy inquieto y entusiasmado, así que me prometió que iba a buscar y averiguar todo lo que pudiera sobre el tema. También le informe que tu no querías que nadie supiera sobre lo que esta pasando, así que me prometió total discreción. Él sabe que si para mañana no encuentra nada que nos pueda ayudar vamos a tener que acudir a los ancianos.

-Es decir que ¿nos va a ayudar con esto?- pregunte esperanzada. Esa era una gran noticia, que ese tal Urian nos ayudara a encontrar las respuestas que necesitamos sin tener que acudir a los ancianos. Ya que la idea de involucrarlos no me gustaba nada.

-Que pregunta la tuya- dijo sonriendo- Obviamente que nos va a ayudar, si lo llegara a dejar a fuera de algo así no me lo perdonaría jamás.

Que suerte, pensé. Ahora que tenemos la ayuda de Urian es un gran avance, ya que mi hermano le tiene toda la fe, yo también se la voy a tener.

-Xi, hay algo que quiero decirte- por la cara de mi hermano, sabia que era algo que no me iba a gustar-…yo se que no tienes ni la menor intención de ir a la Academia conmigo y tampoco te gusta que te lo siga recordando- dijo al ver mi mueca de disgusto-  Pero quiero que sepas que yo sigo pensando que va a ser lo mejor para ti.

Antes de que pudiera contestarle el me corto la respuesta con un gesto de su mano.

-No, no me contestes ahora. Solo quiero que lo pienses. Solo prométeme eso, que lo vas a pensar.

Con la mirada que me dio, sus ojos llenos de afecto, era imposible no prometerle lo que me pedía. Así que solo me limite a asentir. Y eso hizo que me dedicara una sonrisa que me derritió el corazón.

Una vez que Liam salio de mi habitación decidí acostarme una rato, todo esto hacia que mi cabeza estuviera a punto de explotar. Habían ocurrido demasiadas cosas en un solo día.

Y todavía tenia que informarle a mi madre que la salida con Luna seguía en pie.

¿Por qué no pude nacer como una adolescente normal? ¿Esas que sienten que se les va a acabar el mundo solo porque les salio un granito? ¿Esas que piensan en ropa, en la moda? ¿En chicos? ¿Por que no pude nacer así? ¿Por que? En vez de preocuparme por si un chico NO me mira voy a tener que preocuparme por si el chico SI me mira, ¿Y si me agarra hambre y lo veo como un dulce aperitivo? ¿Y si accidentalmente me almuerzo a alguno de mis compañeros del colegio? Ya se que Liam me dijo que la sed de sangre no es tan grande, y que no necesitamos morder, pero ¿Y si en mi caso es diferente? Yo soy media-sangre, así que todo en mi puede ser diferente. ¿Y si alguna de las chicas o chicos de mi colegio descubren que soy vampiro? ¿Y si los que lo descubren son aquellos que me tienen odio porque les di una paliza más de una vez? Soy una persona con muchos enemigos…

 - No tengo ganas de morir tan joven- dije afligida

 ¿Y si me estacan? Más de uno lo haría simplemente por el hecho de estacarme aunque solo fuera humana. Se nota que nunca fui una persona muy querida.. En estos momentos me estoy arrepintiendo por no haber sido una persona más sociable, una persona que no tuviera tantos enemigos. Si fuera popular ¿No me estacarían? ¿No?

Creo que tengo que dejar de ver The Vampire Diaries, veo muchas estacas y mucha muerte en esa serie. Me esta dejando traumada, aunque si conociera a un vampiro como Damon… ay eso si que seria lindo ¿Tendrá Liam algún amigo vampiro estilo a Damon Salvatore? Esperemos que si, nunca desee tanto que un mito como ese de que los vampiros son sumamente hermosos fuera real, tanto como lo deseo ahora. Aunque no creo que un Damon Salvatore se fije en mi, pero por lo menos esos chicos sirven para que una recree un poco su vista. Ayy Damon… ¿Por qué será que siempre me gustan los chicos malos?

- ¡Basta Xia! – me reproche - ¡Basta! Tengo que dejar de irme por las ramas con mis pensamientos, y tengo que comenzar a preocuparme de cosas que realmente importan. Dejar de preocuparme por simples suposiciones y preocuparme como por ejemplo de…

- …mi pelo. Oh Dios! Lo tengo un desastre, la próxima vez voy a prestar mas atención cuando me lo este trenzando.

Mientras pensaba que hacer con mi pelo, me fui a ver que me ponía para esta noche. Un trabajo difícil.


sábado, 2 de julio de 2011

La princesa de los espejos - capitulo 5




Capítulo 5

-¡Aydam! Sabía que te podía encontrar aquí.

Levante la cabeza y vi a Jezabel acercándose hasta donde me encontraba sentado.

-¿Qué quieres Jez? – Le pregunte.

-Sabes, la verdad es que no entiendo que es lo te gusta tanto de este lugar- dijo mientras miraba el ático con asco- Esta todo sucio, y...aaw... simplemente no me gusta- dijo con un estremecimiento.

Es verdad, el ático no era un lugar agradable para estar. Estaba lleno de cajas, papeles y muebles. Y había polvo por todos lados. Pero ese no era el motivo por el cual siempre estaba aquí. Yo simplemente venía aquí porque este era el único lugar en donde podía ver a la princesa del espejo.

-Si tanto odias este lugar no entiendo por que sigues viniendo.- comente en un tono indiferente.

Ella me miro como diciendo que era un tonto.

-Vengo a este apestoso lugar, porque este es en el único lugar en donde se te puede encontrar -  dijo molesta.

-¿Qué es lo quieres Jez?- le volví a preguntar ya cansado. 

-Nada, es que... últimamente te estoy notando un poco raro. Sabes que puedes contarme lo que sea. Si quieres hablar, yo te escucho. ¿Qué te pasa Aydam?

Al ver su rostro note que había verdadera preocupación en él, pero no podía decirle la verdadera razón de mi cambio. Eso la lastimaría, y ya la había lastimado demasiado como para ser la causa nuevamente de su dolor. Aunque a veces tenga el aspecto de ser un maldito desgraciado, no me gusta herir a las personas, por lo menos no a las que les tengo algún tipo de aprecio, como es en el caso de Jez.

Jezabel y yo habíamos tenido una historia hace tiempo, pero no termino muy bien. Ella pretendía mas de lo que yo podía darle, mientras ella se entregaba al 100% en la relación, yo solo le dedicaba un %10. No es que no me gustara, ella es hermosa, es el sueño de cualquiera. Rubia de ojos claros, con un cuerpo espectacular, alta y con una sonrisa que parte el mundo. Pero era del estilo posesiva, ella pretendía que yo fuera suyo. Yo no soy y nunca seré de la propiedad de nadie, a demás no la amaba y eso complicaba las cosas, porque ella esperaba que yo sintiera lo mismo que ella decía sentir por mi, pero eso era imposible, no se puede obligar al corazón a sentir amor por una persona cuando este ni siquiera sabe lo que es amar. Yo no soy del tipo de hombres que se enamoran fácilmente, de hecho yo no soy del tipo que sirve para enamorarse. Se que nunca me voy a enamorar y por ese motivo prefiero buscar relaciones con personas que tengan eso bien en claro. Yo soy dueño de mi mismo. Y si no puedes aceptar eso entonces lo siento, consíguete otro.

Aunque nuestra relación había terminado hace mucho Jez seguía muy encaprichada conmigo, por tal motivo no podía decirle que la razón de mi cambio era a causa de otra chica, por dos motivos; el primero era que no sabia nada acerca de esta joven, ni siquiera sabia porque razón llamaba mi atención a demás de ser sumamente preciosa pero eso es irrelevante, ella me intrigaba de una manera que no sabia como explicar; y el segundo es que si Jez se enterara de la existencia de que hay otra mujer en mi vida aunque no fuera por ningún aspecto romántico, ella simplemente se desquitaría con la pobre joven y la verdad que una demonio enojada no es algo con lo que nadie tenga ganas de lidiar.

Por lo menos hasta no tener bien en claro lo que sea que me estaba pasando con la princesa del espejo era preferible no hablar sobre ella con nadie, a demás de que ella era mi deber, pero ese era otro tema.
La primera vez que la vi fue hace dos meses, cuando descubrí el ático por primera vez. Marvin, uno de los demonios del consejo, me ordeno que fuera al ático a buscarle unos viejos manuscritos que necesitaba…

-Aydam

Deje a un lado el libro que estaba leyendo y levante la vista para mirar la cara del maldito que se atrevía a interrumpirme la lectura… oh que sorpresa, pensé sarcásticamente, era Marvin, uno de los representantes del consejo y uno de los demonios más viejos.

Maldición, pensé, y yo que creía que hoy iba a tener un día tranquilo.

-Marvin- Le dije mientras hacía una reverencia y sonreía. Por lo menos si me iba a arruinar el día, iba a disfrutar haciéndolo enfadar todo lo que pudiera.

Marvin hizo una mueca de disgusto, como yo esperaba que lo hiciera.

- Sabes que detesto esas cosas.

- Por esa razón lo hago viejo – le dije con una sonrisa. Este era uno de nuestros juegos, a el le encanta joderme la existencia por ende a mi me gusta joderle el día en todo momento que pudiera, nunca nos agradamos, y ese no era ningún secreto. A mi el anciano nunca me gusto, adentro mío siempre supe que el tipo esconde algo. Tiene un aura de poder y maldad que lo rodea que es impresionante, nunca entendí como los demás no se dan cuenta de esto.

-  ¿Encontraste algo interesante?- me pregunto mientras señalaba el libro que había dejado a un lado.

-Nada de tu importancia- le respondí en un tono indiferente.

Hoy como tenia un rato libre, me encontraba leyendo uno de los tantos libros sobre nuestra raza. Una de mis aficiones era aprender todo lo que pudiera acerca de nuestra raza. No es que sea un nerd ni nada parecido, solo que mientras mas pueda entender a nuestra raza, mas podré entender a las demás.

- Necesito que me vayas a buscar unos manuscritos antiguos que se encuentran en el ático - Yo lo mire con cara de pocos amigos. Y le conteste;

- ¿Perdón? ¿Ahora soy el chico de los recados que me mandas a buscar tus queridísimos manuscritos? ¿Por que no mandas a alguno de tus perritos falderos?- dije con enfado

¿En que mierda esta pensando? ¿Yo haciéndole un favor? Antes muerto.

- No me desafíes muchacho, soy mas viejo que tu y sabes muy bien que en un parpadeo podría acabar contigo o podría divertirme un rato haciéndote cosas con las que ni te gustaría soñar- dijo con una sonrisa y la mirada perdida como si estuviera imaginándose las posibles maneras de torturarme…

- Ambos sabemos que no puedes- le dije mientras le sonreía.

-Oh lo se, pero eso no quita que un día nuestra querida Cyrene se canse de ti, y ahí es cuando pienso divertirme- dijo mientras me miraba con una sonrisa malévola en la cara.

-Eso quisieras- le desafíe. Ya que ambos sabíamos que eso no iba a pasar. Cyrene era como una madre para mí, y ella me trataba como el hijo que nunca tuvo.

Antes de que pudiera decir algo más, Marvin añadió;

- ¿Y si te dijera que los manuscritos son para Cyrene? ¿Irías a buscarlos?- dijo mientras me  observaba.

-Hubieras empezado por ahí- le dije irritado. Si me hubiera dicho de un principio que los manuscritos eran para Cyrene habría ido enseguida a buscarlos, si tengo que cruzar el continente para traerlos lo habría hecho sin si quiera dudarlo.

- Claro, ¿no te molesta ser su perrito faldero? – dijo con una sonrisa de suficiencia.

Como odiaba a este bastardo. Pero tenia toda la razón, si ella me decía que me tirara de un puente lo haría sin dudar…haría cualquier cosa por ella, y todo el mundo lo sabia, como también sabían que ella me consideraba como a un hijo. No solo salvo mi vida, sino que también me nombro como hijo. Al parecer el viejo creía que me iba a pinchar con su comentario, pero no me molesta nada que me dijeran que sea referido a Cyrene, ya que ambos sabíamos que yo no era un perro faldero para ella, ella siempre dejo bien en claro a todo el mundo que me tenían que tratar como a su hijo, aunque Marvin era el único que se atrevía a contrariarla.

- ¿Dijiste que necesita unos manuscritos?- volví a preguntar

- Veo que ahora te interesa- dijo en un tono indiferente, y antes de que dijera algo continuo- Si, ella necesita unos viejos manuscritos que están en una caja en el ático, donde se guardan las cosas más antiguas.

-¿El ático?- pregunte extrañado. No sabia que había un ático en este lugar, igual tampoco es como si me conociera toda la residencia. Generalmente siempre me encontraba afuera por alguna misión y pasaba muy poco tiempo en el refugio. Pero aun así no estaba enterado que había un ático.

-Sí, se encuentra en el corredor Este. Cuando llegues al final del corredor, encontraras la puerta que esta media escondida, la notaras al instante. ¿Entendiste?

-Si - le dije cortante, antes de agregar- Solo especifícame que es exactamente lo que tengo que ir a buscar allí.

-Perfecto- dijo mientras me sonreía de una manera que no era propia de é.- Esto es todo lo que necesitas saber - dijo mientras me entregaba un papel y me sonreía de una manera que no era propia de él- No es necesario que te advierta que esto tiene que ser con suma discreción ¿no?, nadie tiene que saber de esto.

Asentí con la cabeza y agarre el papel que me estaba ofreciendo. Cuando observe que decía el papel que me había entregado vi que solamente estaba escrita una sola palabra; Xia.

- ¿Qué rayos significa Xia? ¿No me dijiste que necesitaba unos manuscritos? ¿A caso el manuscrito se llama Xia? porque a mi Xia me suena mas como el nombre de una persona que el de un manuscrito- dije confundido y enfadado.

- Simplemente lo entenderás cuando estés en el ático- dijo con una sonrisa antes de tele-transportarse a quien sabe donde.

¿Qué demonios significaba esto? Al principio creí que era una broma, pero la letra era la de Cyrene, eso quería decir que no era una broma de Marvin; me quede pensando en las palabras que dijo “…simplemente lo entenderás cuando estés en el ático…”

No le di mucha importancia, así que decidí dirigirme hacia el ático.

Una vez en el pasillo Este, me dirigí hasta el final. Cuando llegue allí note que Marvin tenía razón, en una de las paredes se notaba una hendidura del tamaño suficiente como para meter la mano, y esto era de seguro lo que debería de abrir la puerta que conduce al altillo.

 Lo que me pareció extraño era que la puerta estaba escondida y camuflada del mismo diseño que el de la pared. Si uno mirara desde un poco más de distancia lo único que vería sería más de la misma pared.

Parecería como que no quisieran que nadie entrara allí.

Pero si ese era el caso, entonces no entendía el motivo por el cual Cyrene querría que fuera a un lugar del que al parecer no tenían intenciones que ninguna otra persona descubriera.

Mientras iba pensando en ello, metí mi mano en la hendidura y note que había una pequeña manija en el fondo. Tire de esta, y al hacerlo la puerta automáticamente se hundió y dejo un espacio lo suficientemente grande como para que una persona pudiera pasar.

Me metí sin dudarlo y cuando lo hice la puerta se cerró detrás de mí. Había muy poca luz, hasta que note una pequeña lámpara antigua, esas que tenían una vela y necesitan del fuego para funcionar. Gracias a Dios que uno de mis poderes era controlar el fuego, así que no necesite de un encendedor para prender la vela. El pasillo se ilumino por completo y logre distinguir una escalera en forma de caracol que había al final de este corto pasillo.

Una de mis cualidades es que soy una persona que ama las aventuras y no le tiene miedo a nada, así que no dude ni un segundo más y me encamine para subir la escalera. Note que esta no era muy larga, pues al cabo de unos segundos logre llegar al famoso ático.

Como ya era de esperarse no era un sector muy frecuentado, por eso era un completo desastre.
El suelo era de madera y estaba recubierto de polvo. La habitación carecía casi completamente de luz, de no ser por una pequeña ventana a lo alto de la pared y de las pequeñas hendiduras de lo que parecían ser un enorme ventanal. Me acerque a estas y las abrí.

Estas no eran unas ventanas comunes, sino que te permitían acceder a una pequeña terraza. Al ser tan grandes permitían que el ático se iluminara por completo. Deje la lámpara que ya no necesitaba a un costado y eche un vistazo a todo el lugar.

Esta sería una habitación muy espaciosa, de no ser por todas esas cajas dispersadas por todos lados. Había varios muebles viejos que estaban cubiertos con sabanas. De seguro para que no se arruinaran con el polvo. También había algunos artefactos muy raros, que nunca había visto en mi vida y no tenía ni idea de cual podría a llegar a ser su uso.

Me acerque a una de esas sucias y viejas cajas, y la abrí. Adentro había muchos papeles y algunos libros pero ninguno tenia como nombre “Xia”. Comencé inspeccionando el resto de las cajas para ver si encontraba algo. Me habré pasado alrededor de dos horas buscando estos gloriosos manuscritos, pero nada. De repente algo capto mi atención.

Debajo de una de las sabanas había lo que parecía ser un viejo espejo. De repente comencé a tener una sensación rara. Sentía como una atracción hacia ese espejo. No sé qué fue lo que me atrajo de este anticuado espejo, pero había algo en el que me atraía. No me di cuenta que estaba caminando hacia el espejo hasta que choque con una pequeña caja que estaba en el piso.

Me acerque como pude, esquivando todos los objetos y las cajas hasta que quede a unos centímetros de distancia. Cuando estire mi mano para sacar la sabana, antes de que la alcanzara esta cayó instantáneamente al suelo. Lo que vi en ese espejo me dejo sin aliento.

Era la muchacha más hermosa que había visto en mi vida. Era un poco más baja que yo, pero aun así era bastante alta. Era esbelta y con unas curvas bien definidas. Llevaba puesta una musculosa blanca ajustada con un diminuto escote, se notaba que era voluptuosa y poseía una cintura pequeña. Tenía puesto un short gris, y sus piernas eran largas y firmes. Su cabello era medio ondulado, de un color castaño oscuro con unas mechas de un tono más claro. Y le llegaba hasta la cintura.

 Y su cara… su cara era hermosa.

Tenía un rostro ovalado, sus ojos eran de color miel, poseía unas pestañas largas y arqueadas, y una mirada muy dulce. Tenía unos pómulos pronunciados y unas mejillas un poco sonrojadas. Su nariz era recta y pequeña, sus labios eran de un tono rosado, muy sensuales y bien definidos. Me moría por probar esos dulces labios.

Me quede atontado mirándola hasta que de repente su imagen se volvió borrosa hasta desaparecer por completo. Lo único que quedó fue mi reflejo.

Me quedé estupefacto y paralizado analizando todo lo que acaba de pasar hace unos momentos. Durante toda mi vida había visto cosas raras e inexplicables, pero esta sin duda fue la más extraña de todas.

Me quede alrededor de dos horas más esperando que volviera a ocurrir pero no sucedió. Si no hubiera sido porque no me había alimentado en todo el día, me habría quedado más tiempo. Pero el hambre ya era insoportable. Así que me dirigí al comedor.

Mientras estaba yendo de camino al comedor me di cuenta lo que quería decir “Xia”, de seguro ese era el nombre de la princesa del espejo. Cyrene y Marvin sabían con lo que me iba a encontrar, por eso me mandaron, pero no entendía porque me tuvieron que mentir diciendo que necesitaba unos manuscritos, cuando claramente lo que ellos querían era que yo me encontrara con ese espejo. Y más específicamente ellos querían que yo viera a Xia. La pregunta era ¿Por qué?

Cuando estaba llegando al comedor, me encontré con Cyrene en el camino. Si alguien podría explicarme lo que ocurrió esta tarde esa tendría que ser ella. Además por ella es que fui al  famoso ático a buscar unos manuscritos inexistentes. Así que de seguro sabia de ese espejo.

- Cyrene- la llame, y cuando se dio la vuelta para mirarme le pregunte con nerviosismo -¿Podemos hablar?

Ella me miro un instante, luego me sonrió - Estaba esperando que este momento llegara- me dijo y luego añadió-  Vayamos a mi despacho que allí vamos a poder hablar tranquilos.

Su comentario me dejo muy confuso, así que solo me limite a asentir con la cabeza y fuimos directos a su despacho. No necesitaba que me guiara ya que no era la primera vez que iba.

El despacho no seguía el mismo estilo que tenía todo el resto de la residencia. Las paredes eran de un color crema, mientras que en todo el resto de las habitaciones de la Academia, a excepción de los cuartos que eran grises, estaban recubiertas con madera o pintadas en tonos oscuros y profundos.

El lugar estaba repleto de estanterías con libros, parecía más una biblioteca que un despacho. Y el escritorio era enorme y antiguo.

Cyrene se sentó detrás de su escritorio y me hizo seña para que me sentara y una vez que lo hice comenzó a hablar.

-Por fin has visto el espejo- dijo mientras me miraba con curiosidad- Ya era hora de que conocieras tu destino- añadió

-¿Destino? ¿De que estas hablando? ¿Y cómo es que sabes lo del espejo?- pregunte inseguro. Es decir tenía mis sospechas de que me habían mandado apropósito para que yo me encontrara justamente con ese espejo. Pero prefería que ella hablara y se explicara primero.

-Ese no es un espejo normal, es uno muy especial. Ese espejo está encantado para que cada uno que se mire en él, pueda ver reflejado…su futuro...

-Espera un segundo- interrumpí impaciente- …a ver si entiendo, ¿me estás diciendo que ese espejo permite ver a las personas su futuro…?- pregunte confuso. Y antes de que contestara le dije;

- Tú me mandaste apropósito ¿No es así? - pregunte-  Tu sabias que iba a ver ese espejo. Tú querías que lo hiciera- Corregí con determinación.

- Eso es verdad. Yo quería que lo vieras, por eso te mande con la excusa de los manuscritos.- dijo en un tono medio raro.

-¿Pero por qué?- pregunte

- Porque necesitaba que la conocieras. Que por fin conocieras a Xia- Cuando menciono su nombre lo dijo en un tono medio doloroso, como si el simple hecho de nombrarla le doliera, aunque no entendía el porque. Igualmente lo deje estar.

Xia. Ese era su nombre. El recordar a la joven del espejo hizo que mi corazón comenzara a latir más de prisa y que me abrigara una calidez que nunca antes había sentido. Esta sensación me dejaba intranquilo y preocupado. Y mas que nada me dejaba muy cabreado, ya que nunca había sentido esto por nadie, y odiaba tener sensaciones nuevas.

Y había muchas cosas que no estaba entendiendo, como por ejemplo que tenía que ver ella con mi futuro. Así que le pregunte;

-¿Cómo sabes que vi a una joven?- y añadí impaciente - ¿Y cómo sabes su nombre?

Cyrene me miro divertida. Parecería que el verme intranquilo y confuso lo divirtiera.

-Yo se muchas cosas cariño, más de lo que tú crees. Y para responder a tu primera pregunta, yo sabía que ibas a ver a Xia en ese espejo porque ella es tu futuro- Añadió con seguridad mientras me miraba con diversión y algo de entusiasmo.- A demás de que ella va a ser tu responsabilidad.

Y antes de que pudiera preguntarle algo más añadió;

- Espero haber podido solucionar algunas de tus dudas, porque eso es todo lo que te voy a contar por hoy. Así que es mejor que te vayas a comer algo, porque estoy sintiendo tu hambre, al parecer no comiste desde hace varias horas- dijo en un tono de una madre preocupada que regaña a su hijo por no comer.- Así que vete ya a comer algo, mañana te voy a contar mas, ahora no puedo hablar. Y quiero que te alimentes. Así que vete.

Sin una palabra más, Cyrene se levanto de la silla y fue hacia la puerta, y me la mantuvo abierta para que me marchara, así que me levante y me despedí. Y luego me dirigí al comedor a comer algo. Pero no sin antes decirle;

- Espero que mañana me expliques todo esto Cyrene, porque la verdad no estoy entendiendo nada- dije confuso.

- Todavía estoy esperando el día en el que me llames mama- dijo con una calida y triste sonrisa y luego añadió- Y respondiendo a tu pregunta, si hijo, te lo prometo- me dijo con otra sonrisa, esta si era de amor, mientras se me acercaba y me daba un beso en la frente que demostraba su cariño hacia mi.

Ella me seguía tratando como un pequeño aunque ya tuviera 22 años, era a la única persona a la que dejaba que me expresara su cariño, ya sea con un dulce beso en la frente, o un calido abrazo. Este siempre fue la única muestra de afecto que recibí por parte de alguien en toda mi vida. El resto de los demonios me odiaban por el trato especial que tenía Cyrene hacia mí. Y a pesar de tenerla a ella en mi vida, yo no tuve una vida fácil. Ella era lo único que valía la pena en mi vida. A veces me sentía mal por no poder decirle madre, pero es que simplemente no me salía. Ella sabía que yo la considero como mi madre, ya que de mi verdadera madre ni recuerdos tengo, pero aun así, nunca me salio esa palabra.

Una vez que me despedí de Cyrene, me dirigí hacia el comedor para comer algo. Una vez saciada mi hambre iba a ir directamente a mi habitación, pero decidí pasarme un rato por el ático. Estuve esperando un rato enorme junto al espejo, esperando que la joven volviera a  aparecer. Justo cuando estaba por darme por vencido, el reflejo de la muchacha apareció.

Esta vez llevaba puesto un jean gris y una remera musculosa negra y rosa con volados. Estaba igual de hermosa que el día anterior. Mientras la veía, ella muy delicadamente se estaba trenzando su hermoso cabello. No sé cuánto tiempo duro su reflejo, pero me di cuenta que nunca iba a tener el tiempo suficiente para poder admirar su belleza.

Al otro día fui a buscar a Cyrene para hablar sobre esta joven. La encontré como de costumbre en el invernadero que se encontraba en el jardín trasero de la residencia. Ella tenia una afición por las rosas, nadie sabia exactamente porque. En el invernadero había toda clase de rosas, de todos los colores. Pero había una en especial que yo sabia era su favorita, ya que le dedicaba más cuidado que a las demás. Y esas eran las rosas blancas.

- Veo que viniste temprano hoy pequeño- siempre me hacia lo mismo, parecía que estaba tan metida en sus pensamientos y en sus amadas rosas, pero aun así siempre estaba muy alerta.

-¿Cómo sabias que era yo?- pregunte

-Ay muchacho, no te habré tenido en mi vientre, pero aun así te conozco mas de lo que tu crees. Te sentí en el preciso momento en el que entraste al invernadero- dijo mientras seguía regando sus rosas, y luego mirándome a la cara agrego- Además sabes muy bien que al ser tan antigua tengo los sentidos intensificados. Puedes ser muy sigiloso, pero aun así yo sabre que estas.

Luego continuo con el cuidado de sus amados rosales, y antes de que pudiera preguntarle sobre lo que venia a preguntar ella hablo primero;

-¿Sabes porque me gustan tanto las rosas?- me pregunto. La verdad que no me esperaba esta pregunta, aunque miles de veces me lo había preguntado.

-No, la verdad que no lo se, aunque siempre me lo he preguntado- conteste

Ella sonrío, pero fue una sonrisa triste.

- Cuando ves una rosa, lo único que ves es su belleza. Parecen débiles, sin protección. Pero cada rosa tiene su espina. Esa es su manera que tienen de proteger su belleza. Y eso es lo que admiro de ellas. Como algo tan hermoso, que parece tan inofensivo, aun así tiene su propio mecanismo de defensa. Es como las personas, todos y cada uno de ellos, por mas inofensivos que parezcan, siempre tienen escondidas sus espinas para protegerse.

Parecía que estaba perdida en sus pensamientos, hasta que continúo pero aun así parecía como si estuviera hablando de otra cosa en lugar de sus rosas;

- Esta es mi favorita- dijo mientras sostenía una rosa blanca que acaba de cortar del rosal -…la rosa blanca significa pureza, inocencia. Y uno tiene que saber protegerla muy bien, para que nada ni nadie pueda arruinar su belleza. Por mas que posea sus espinas para así poder defenderse, necesita de alguien que este para cuidarla, protegerla, regarla. Si dejas un rosal sin cuidado hace que los demás lo destruyan o simplemente lo codicien y quieran poseerlo. Por eso es que no podemos permitir que esta pequeña rosa sea dañada, que nada ni nadie pueda afectarla. Tú tienes que encargarte de protegerla…

Eso último lo dijo mirándome a la cara y ahí es cuando comprendí que no estaba hablando de la rosa, sino que estaba hablando de la muchacha del espejo. 

- Tú sabes que eres como un hijo para mí, yo esto no se lo confiaría a nadie más que a ti. Nadie más sabe de la existencia de Xia, solo nosotros y Marvin. Aunque tu y Marvin no se lleven muy bien, yo se que el es de confianza. Necesito que esto quede entre nosotros, porque si alguien mas se llega a enterar de la existencia de Xia, o peor aun, si alguien se llega a enterar de que ella es de suma importancia para mi, eso lo único que haría es complicar mas las cosas, y la única que saldría perjudicada seria la jovencita.

- Aydam, lo que estoy pidiendo es que la protejas, ella esta en peligro. Y tu eres en el único en quien confío para darle esta tarea…

- ¿Pero porque esa joven es tan importante? ¿Que tiene ella que la hace importante? Y mas importante ¿Qué tiene que ver ella contigo?- pregunte confuso

-Todo a su debido tiempo hijo, ahora lo único que tienes que saber es que ella es muy importante y que dejo su vida en tus manos. Si yo misma pudiera protegerla lo haría pero si yo me acerco a ella levantaría muchas sospechas y la pondría en peor peligro. ¿Puedo confiarte esta tarea?- Me pregunto con una mirada seria, pero en lo mas profundo de sus ojos note que había un dolor muy intenso en su alma, algo que no la dejaba vivir, muy pocas veces se mostraba tan vulnerable como ahora.

-Sabes que si, madre- le dije. Y esta fue la primera vez en la que la llame así, y consiguió que me sonriera de una manera calida, ahí fue cuando note que volvió a ser la misma Cyrene que yo conocía. La demonio fuerte y segura de siempre.

-Aydam, sabes que puedes hablar conmigo...-

Me había olvidado que Jez estaba esperando mi respuesta, siempre que pienso en la princesa me pierdo en mis pensamientos y me olvido de todo lo demás.

-No me pasa nada Jez, no te preocupes, estoy bien- Esto último lo dije con una sonrisa para así poder tranquilizarla y por suerte funciono porque me la devolvió y no volvimos a hablar más del tema.

Nos quedamos hablando un rato, hasta que Jez dijo que tenía cosas que hacer y se despidió.

- Creo que mejor me voy porque tengo algunas cosas que hacer. Nos vemos más tarde.- se levantó y antes de irse me dio un abrazo - sabes que puedes contar conmigo.

-Lo sé. – respondí mientras le devolvía el abrazo.

-Espero que encuentres un lugar mejor para pasar las tardes, este lugar es espantoso, odio tener que venir a buscarte aquí- dijo mientras hacia una mueca de desagrado antes de marcharse.

Jez era la única que conocía este lugar. Ella lo descubrió porque un día decidió seguirme para ver porque siempre desaparecía y no aparecía hasta después de varias horas. Pero aun así ella no sabia y no podía saber nunca del espejo.

Me quede unas horas más contemplando las estrellas desde el balcón del ático, hasta que decidí ir a comer algo.

Antes de irme le di una última mirada al espejo. Y luego me marche, pensando en Xia.