jueves, 19 de mayo de 2011

La princesa de los espejos- sinopsis, introduccion, capitulo 1




Sinopsis:


Mi nombre es Xia y hoy les voy a contar mi historia. Todo comenzó hace unos meses. Tenia la vida típica de cualquier adolescente... sin vida amorosa, obsesión por la ropa, fuerza sobre humana... OKEY.. no tenia una vida típica, pero era dentro de todo normal. Hasta que un día mi vida cambio para siempre. Y yo que pensaba que mi vida ya era complicada... que ironía... recién descubro lo que es COMPLICADO cuando cumplo los dieciocho años... 
Hija de madre soltera, con un padre muerto.. y un medio hermano ausente. Con una amiga fuera de lo normal, y para sumarle a todo eso... quede atrapada en un mundo totalmente desconocido para mi.. con criaturas que hasta el momento creía que eran solo mitológicas... pero como verán aprendí una gran lección.. detrás de todo mito... hay una realidad... y desafortunadamente yo también pertenecía a esa realidad...




Acá les pongo el primer capitulo, espero les guste :)








Capítulo 1






Feliz cumple dormilona! – Exclamo mi madre mientras entraba a toda prisa a mi habitación.

-mmm... ¿Qué hora es?...- me esforcé por decir con la voz ronca del sueño, mientras estiraba mi brazo para alcanzar el reloj que estaba en mi mesa de luz.

-Son las siete - gemí- déjame dormir un rato más  - me esforcé por decir en modo de súplica.

- Xi hoy es tu cumpleaños número dieciocho, es motivo para levantarse temprano y festejarlo.- me dijo con una mirada que no supe descifrar.

-Vamos, arréglate, vístete y ven a la cocina a desayunar, que hay una sorpresa para ti.

Me di la vuelta y me tape con las sabanas para tratar de seguir durmiendo. Pero mi madre ya había abierto las cortinas y la claridad del día traspasaba por la ventana, así que di mi mejor esfuerzo por salir de la cama y me dirigí hacia el baño.

No sé por qué mi madre le daba tanta importancia a los cumpleaños, para mí es un simple día mas del año. Una vez que termine de bañarme y lavarme los dientes, me dirigí a mi habitación a ponerme algo de ropa. Me puse lo primero que encontré en el armario, hoy no me sentía con ánimos como para elegir con mayor determinación como lo suelo hacer cada vez que me visto.

Tome unos jeans que encontré apenas abrí el armario y agarre la primera remera que encontré entre todo ese monto de ropa.

Cuando termine de vestirme, hice lo mismo que hago todas las mañanas desde que tengo memoria. Me quede un rato mirando mi reflejo en el espejo. Siempre me sentí atraída hacia ellos, las personas piensan que lo hago por vanidad, pero cada vez que pasó junto a algún espejo siento la necesidad de mirarme, es como una compulsión enorme que me pide a gritos que mire a través del cristal. Cada vez que me miro, siento una calidez en el corazón que no puedo explicarla con palabras. Me siento como en casa, y es ilógico porque a veces estoy en casa. Hay veces que hasta me pasa algo muy extraño siento como si alguien me estuviera mirando. Sé que suena loco, pero así me siento. Y algunas veces hasta podría jurar que veo unos ojos verdes, que son los más hermosos que he visto en mi vida. Pero es imposible, así que nunca le doy importancia.

Cuando terminé con mi vieja rutina, me dirigí hacia la cocina para desayunar. Pero nunca espere encontrarme con lo que me encontré allí.

-Feliz cumple hermanita.

- ¡Liam!- grité y corrí a los brazos de mi medio hermano, el y yo no nos veíamos desde hace más de cinco años.

Nos abrazamos por un largo rato hasta que Liam rompió el abrazo para mirarme a la cara y sonreírme con esa sonrisa que solo tenia para mí, que con solo verla hace que se me llene el corazón con una calidez que solo él tiene para darme.

Liam es 4 años mayor que yo. Ambos tenemos parecido físicamente pero tenemos diferentes personalidades.

Liam es una persona tranquila, es sociable y es muy reservado con sus cosas, es honesto y comprensivo. Y sobre todas las cosas es aventurero como yo, no tiene miedo ni a los riesgos ni a los desafíos. Lo que más admiro de mi hermano es su fuerza interior. Nunca conocí a alguien tan entero como él. Parecería que nada ni nadie puede desestabilizarlo o afectarlo. Nunca lo he visto afectado por nada, excepto cuando murió nuestro padre. El murió cuando Liam tenía 9 y yo 5. No recuerdo mucho de ese tiempo, solo que una mañana mi madre me despertó y me dio la triste noticia de que mi padre había fallecido en un trágico accidente automovilístico cuando venia de camino a nuestra casa, ya que el vivía en la otra parte de la cuidad. Mis padres nunca se casaron pero se tenían un gran aprecio y respeto mutuamente. Cuando fui creciendo quise saber mas detalles sobre el accidente que causo su muerte, pero cada vez que sacaba el tema mi madre se ponía nerviosa y automáticamente cambiaba de tema para hablar sobre otra cosa, y siempre me decía “Cariño en la vida solo hay que vivir de lindos recuerdos, esos son los que te hacen seguir adelante, no vale la pena que te amargues por tristes cosas que sucedieron en el pasado, ya que no puedes cambiarlas, pero lo que si puedes hacer es arreglar las cosas que todavía tienen arreglo para el futuro. Saber mas detalles sobre la muerte de tu padre no lo va a hacer menos doloroso que de lo que ya lo es para ti, sino que va a ser peor, créeme cuando te digo que lo mejor para ti es dejar este tema en el pasado y recordar las cosas lindas que viviste junto a Luc.”

Físicamente Liam y yo tenemos la piel de un tono bronceado. Los dos tenemos el mismo color de pelo, un tono entre castaño oscuro con algunas mechas de unos tonos un poco más claros. Él lo tiene medio corto y desprolijo, y el mío es largo hasta la cintura y medio ondulado. Ambos tenemos los ojos color miel y somos más altos que los demás.

Liam es apenas unos centímetros más alto que yo, debe medir aproximadamente más de un metro ochenta. Mientras que yo mido un metro setenta y cinco de altura. Él es enorme en comparación mía, tiene unos brazos muy musculosos y unos abdominales tan marcados que se le notan a través de la remera, tiene unas piernas largas y enormes, se podría decir que tiene piernas de futbolista, aunque no practique ni esté ni ningún otro deporte. Yo soy esbelta, con curvas bien definidas. Gracias a dios estoy bien repartida tanto en el busto como en lo demás. Tengo una cintura pequeña, el abdomen plano y marcado, unas piernas firmes y largas. Me mantengo en buena forma gracias a que practico lucha. Si, lo sé, la lucha no suena para nada algo femenino, pero es algo que me ayuda a despejarme y a poder defenderme en caso de que lo necesite. No es que lo haya necesitado muchas veces, solo alguna que otra vez. Cuando alguien se mete con uno no hay nada mejor que saber técnicas de lucha, hace que te respeten y que la próxima vez que te quieran decir o hacer algo lo piensen dos veces. Tampoco crean que soy una persona agresiva, solo me defiendo en el momento necesario.

El rostro de Liam simplemente es perfecto. Tiene un rostro rectangular, una nariz recta y unos labios bien definidos. Tiene la sonrisa más perfecta y cuando sonríe se le forman unos pequeños hoyuelos a ambos lados del rostro que le da un toque muy tierno. Posee una mirada tan profunda, que al mirarlo te pierdes en sus ojos, parecería como si te mirara el alma y que con tan solo una mirada pudiera descubrir todos tus secretos.

Hoy estaba vestido muy sencillo, y le quedaba muy lindo. Tenía un jean gastado, unas zapatillas negras y una remera negra que le quedaba muy ajustada y hacia que se le resaltara mucho más su físico.

-No puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde la última vez que te vi.- dijo mientras me miraba atónito de lo crecida que estaba en comparación de la ultima vez que nos vimos.

- Más de cuatro años. - Le recordé.

- Lo sé-  dijo un poco afligido.

- ¿Por que no se sientan y desayunan algo?- Interrumpió mi madre mientras nos ofrecía una taza de té.

Simplemente no podía creer lo que estaba pasando. Que Liam, mi hermano, estuviera hoy en mi casa, al lado mío. Debo estar soñando pensé.

- ¿Qué haces aquí?- Le pregunte. Esa pregunta había estado rondando en mi cabeza desde el preciso momento en que lo vi. No es que me desagradara la idea de ver mi hermano, sino que me parecía raro que después de tanto tiempo sin vernos de golpe apareciera de visita. Ahora comprendo el porque del entusiasmo de mi madre cuando me fue a levantar esta mañana, era porque Liam estaba de visita.

-Tenía ganas de verte Xia, hoy es tu cumpleaños, es un día importante para ti.

- Pero ¿Por qué hoy? ¿Por que en este cumpleaños y no en lo otros?- cuando note que lo había lastimado me apresure a decir- Liam no me malinterpretes, me encanta verte y que estés aquí, pero es que me pareció raro que así de golpe vengas, cuando el único contacto que mantenemos es vía mail y por teléfono, me pareció raro eso es todo.

- Es que hoy es un día importante Xi, hoy cumples la mayoría de edad y no podía no estar presente- dijo con una sonrisa media forzada. Note que había algo que no me estaba diciendo, pero trate de no darle importancia. Ahora lo único que importaba era que Liam estaba a mi lado, sin importar el verdadero motivo de su visita.

-Me alegro de que estés aquí.- le dije, sin ocultar mi felicidad de verlo.

El me regaló una de esas sonrisas que solo tenía para mí, y me tomo de la mano.

-Yo también me alegro de estar aquí, princesa.

Princesa. No me llamaba así desde que era pequeña. Y no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas con ese apodo tan cariñoso que solo él me decía. Pero utilice todo mi esfuerzo para no arruinar el momento con lágrimas que de seguro no iban a parar una vez que empezara a caer la primera.

- ¿Cómo hiciste con la Academia para que te dejaran venir de visita? – esa era otra de las preguntas que estaban rondando por mi cabeza, ya que en la Academia a la que iba Liam eran muy estrictos con el y cada vez que le preguntaba si iba a venir a visitarme o si podía yo ir a visitarlo me decía siempre que tenia que estudiar o las autoridades del Instituto nunca lo dejaban venir y mucho menos que fuera de visita. Se notaba que eran muy exigentes.

- Les explique que hoy era un día muy importante, que cumplías la mayoría de edad y que como hace años que no te veo quería darte la sorpresa de mi visita- dijo con una calida sonrisa.

- A veces creo que estas encerrado en la cárcel ¿A caso el riguroso Liam Seigner se atrevió a romper alguna regla o a descontrolarse un poco y lo metieron en una correccional juvenil? – pregunte bromeando con una sonrisa.

Liam no pudo evitar reírse de mis palabras.

- No es tan malo como parece Xi, se que a veces...- con a veces se quedo corto pensé- son un poco estrictos, pero es un excelente lugar, me encantaría que lo conocieras, así verías que no es tan malo.

¿Yo yendo a ese lugar? Ni hablar.

- ¿Cómo te está yendo en la Academia? – pregunte, para variar un poco con la conversación. Por un momento creí ver que la pregunta lo había perturbado, pero eso no tenía sentido. Además Liam me estaba sonriendo y eso opacaba todo lo demás.

- Bastante bien por suerte, este año se esta haciendo un poco mas complicado que los  anteriores, porque como ya sabes este año es el ultimo.

- Es verdad- recordé- este es tu último año como presidiario. – dije con ironía y en forma de broma. Liam estaba sonriendo pero mi madre estaba mirándome con una cara que demostraba las ganas que tenia de matarme. Y eso nos hizo reír tanto a Liam como a mí, mi madre nos estaba mirando como a unos locos mientras fruncía el ceño.

Liam estaba yendo a la Academia St. Claire, una que es privada y muy cara, es de esas en las parece que los padres quieren deshacerse de sus hijos mandándolos lejos ya que queda en el medio de la nada. A demás de que dura unos cuantos años más que el instituto normal, ya que viene con carreras universitarias incluidas o algo así. Una vez Liam me explico como era el asunto pero como es costumbre no le di importancia a la conversación. Aun no entendía que era lo que le gusta de ese lugar. Yo nunca podría sentirme cómoda en un lugar como ese, en donde el pueblo más próximo está a kilómetros de distancia y mucho menos soportaría tener que vivir allí. ¿A quién en su sano juicio le gustaría vivir en su propia escuela? Además de ser súper estricta, sin duda parecía más una cárcel que otra cosa, pero gustos son gustos.

- A vos princesa ¿Cómo te está yendo?

Antes de responder lo pensé un instante y analice mi vida.  ¿Cómo me estaba yendo?

Había terminado la escuela hace unos meses y todavía no tenía bien definido que es lo que quería hacer con mi vida, así que me tome unos meses para descansar y analizarlo. La verdad es que no sirvió de mucho porque en vez de ayudarme a decidir me mareo más. ¿Qué quiero hacer de mi vida? ¿Trabajar? ¿Estudiar? La verdad que todavía no lo tengo en claro. Es que el problema es que soy una persona muy indecisa, un día quiero ser doctora y al otro quiero ser algo totalmente diferente. Un día me levanto y quiero trabajar y al otro día quiero estudiar.

A veces me gustaría poder ser como Luna mi mejor amiga, ella sí tenía bien en claro lo que quería ser, y era ser abogada, y desde que termino el instituto se dedicó a seguir abogacía. Hablando de Luna, hoy iba a venir a buscarme por mi cumple e íbamos a salir a tomar algo, pero ahora que esta Liam, simplemente no puedo salir con Luna. A ella la veo todos los días, y a mi hermano no lo veo nunca. Ella de seguro va a saber entenderme.

En lo que respecta a mi vida amorosa, simplemente no tengo. Desde que los chicos del instituto sabían que iba a lucha y mas de una vez me vieron dándole algún que otro escarmiento a algunos abusivos y abusivas del colegio, no era precisamente el estilo de chicas que buscaban, es que hay que entenderlos, cualquier hombre se sentiría intimidado estando junto a una mujer que lo supera en fuerza y que practica lucha como un pasatiempo. No, ellos lo que buscan son a las típicas cabeza huecas, que en lo único que piensan es en si están bien arregladas, esas que lloran si se les rompe una uña, las que los hacen parecer a ellos los fuertes, aquellas que no les dañan su orgullo al saber que en una simple pulseada ganan sin problemas, y no una que podría dejarlos culo para arriba con tan solo una patada. Así que gracias a mi afición por la lucha, no tengo vida amorosa. No es que me moleste tampoco. Bueno esta bien, tengo que reconocer que duele ver que todas las demás chicas tienen novios y yo no simplemente por el hecho de herir sus orgullos masculinos al ser más fuertes que ellos.

Igual no creo que a Liam le interese saber acerca de mi falta de vida amorosa, voy a omitir esta pequeña parte.

Al ver la cara de mi hermano me di cuenta que todavía estaba esperando una respuesta, así que le di el mismo discurso educado que les doy a todos los que me pregunta sobre mi vida, para no decirles que no tengo ni las minima idea de lo que quiero.

-Digamos que me está yendo normal, todavía estoy analizando que hacer con mi vida. Esta es una decisión importante y no me lo puedo tomar a la ligera.

-Liam te lo resumo con que no ha estado haciendo nada desde que termino el colegio, se la pasa en la computadora, leyendo o sino luchando - dijo mi madre en un tono de reproche.

-Bueno Coni, ella es joven todavía, es común que no sepa que quiere hacer de su vida, a todos nos pasa.- Dijo mi hermano con complicidad mientras me guiñaba un ojo sin que mi madre lo notara.- Y en lo que concierne a la lucha me parece perfecto que sepa técnicas para en caso de necesitarlas saber como defenderse.- Hermanito cada día te adoro mas pensé mientras le sonreía en complicidad.

-¿Cuánto tiempo te vas a quedar Liam?- Le pregunte esperanzada de que se quedara algunos días.

Lo note medio incomodo tanto a él como a mi madre.

-… la verdad… es que no puedo quedarme mucho tiempo, pasado mañana tengo que estar regresando a St. Claire. – Esto último lo dijo mirando a mi madre. Era obvio que algo no me estaban diciendo.

- ¿Qué es lo que esta pasando aquí?- pregunte - Se nota que ustedes me están ocultando algo, así que vayan al grano y díganme que es lo que esta pasando.

-Coni, creo que es momento de que se lo contemos- le dijo Liam a mi madre, haciendo caso omiso de mi pregunta, lo dijo en un tono tan serio que me dio un pequeño escalofrió. Ella le asintió con la cabeza, la expresión de su cara era imposible de definir, y no tenía ni la más minima idea que era lo que podría estar pasando en este momento por la cabeza de ella. Y como ninguno de los dos dijo nada opte por seguir presionando.

-¿Decirme que? – Les pregunte mirándolos a ambos.

-Hija, hay algo que tenemos que contarte. Ya es el momento para que lo sepas ahora que por fin has cumplido los dieciocho.

¿De que demonio estaba hablando? ¿Qué es eso que tenían que decirme, que no podían habérmelo contado antes los 18?

- Mama ¿de que estas hablando?, no me asustes.- Nunca había visto a mi madre de ese modo.
Su cara decía que lo que tenían para contarme no era algo bueno pero que era algo de suma importancia y que sobre todas las cosas que no me iba a gustar nada. Ahora entendía porque la visita inesperada de Liam. Y yo que quería creer que el había venido a verme solo porque me extrañaba. De seguro él también estaba metido en esto, el también formaba parte de lo que sea que mi madre iba a contarme.

-Xia, esto que te voy a contar no creo que te guste, pero tengo que hacerlo.

-Deja de dar vueltas mamá- dije exasperada, estaba cansada de que nunca me dijeran nada y sea lo que sea que tenían para contarme quería que lo hicieran de una vez, sin seguir vacilando, porque esto ya me estaba asustando.

Esta vez fue mi hermano el que hablo.

-Xi, cuando los miembros de nuestra familia se acercan a los 18 años, comienzan a sufrir una especie de cambios. Y estos cambios se van incrementando una vez que alcanzan los dieciocho…

-¿De que estas hablando? ¿Qué tipos de cambios? ¿Cambios de look? ¿De personalidad? – le interrumpí divertida- Si es por eso no se preocupen, yo voy a seguir siendo la misma persona de siempre, si no sufrí los cambios de la adolescencia hasta ahora, no los voy a sufrir ahora que por fin soy mayor de edad. - les dije sonriendo

- Xia lo que te estamos contando es algo serio, así que por favor escucha todo lo que tenemos para decirte y después si quieres acotar, puedes hacerlo- dijo mi madre en un tono un poco seco.

La verdad no entendía nada a que venía todo esto. Cada vez esto me resultaba más extraño, primero aparece Liam que hace años que no lo veía, y ahora me dan a entender que voy a experimentar algún tipo de cambio, y lo dicen tan serios que parecería que me fuera a convertir en alguna especie de criatura antinatural o algo así. Y cuando tomo con humor estas cosas raras que dicen, se enojan. La verdad es que no los entiendo. Pero voy a ser paciente, aunque paciencia es lo que me falta y voy a escuchar todo lo que quieren contarme.

-Xi, esto que te voy a decir sé que no va a ser fácil de escuchar y mucho menos de asimilar...- comenzó diciendo Liam, en un tono tan serio que me dio un escalofrió por todo el cuerpo.

- Seguro habrás escuchado sobre Caín y Abel...- sonó mas como una afirmación que como una pregunta, pero por supuesto que había escuchado sobre eso, Caín había matado a su hermano y bla,bla,bla... pero ¿Qué tenia que ver esta historia con lo que era tan importante que me iban a contar? Liam no me dio tiempo a preguntar porque siguió con la historia.

--… Cuenta la historia que cuando Caín mata a su hermano Abel, al ser el primer asesinato Dios lo castiga desterrándolo y maldiciéndolo a vivir en la eternidad obligado a alimentarse de la sangre de los vivos, como fiel recordatorio de la sangre derramada de su hermano. La progenie de Caín también estaba condenada a vivir a través de la sangre. De ahí sale el mito de los vampiros. Lo que no sabes, es que esto realmente no es ningún mito. Esta raza que se alimente de la sangre existe, nuestra familia proviene de ella.

Las palabras de mi hermano no paraban de dar vueltas en mi cabeza. Estaba tratando de asimilar lo que Liam acababa de contarme. Antes de que pudiera acotar algo, o empezar a reírme de las idioteces que mi hermano estaba diciendo el prosiguió con la historia.

- La familia Seigner, somos una de las tantas familias descendientes de Caín. Se podría decir que pertenecemos a los vampiros, pero no nos gusta que nos llamen así- dijo con una mueca de desagrado- … a los vampiros se los reconoce como seres del mal, sin alma, sedientos de sangre y muerte, y nosotros sacando el lado de la sangre, no somos nada comparado con esas criaturas mitológicas. La familia de mi madre y la de nuestro padre provienen de esta misma raza, por esa razón yo también lo soy. Pero tu caso es diferente. Tu eres diferente- agrego mientras me miraba con preocupación.

No me salían las palabras, estaba entre comenzar un ataque de risa histérica tratando de rogar que todo esto fuera un sueño o una broma, pero al ver que él y mi madre me estaban mirando muy serios me di cuenta que lo que me acababa de contar no era ninguna broma, pero aun así me negaba a creer eso, así que me esforcé por preguntar con la voz media ronca por la conmoción…

- ¿yo?

- Tu caso es diferente, ya que Constanza es humana. Por lo tanto en tu sangre no solo corre la humanidad, sino que también corre nuestra raza.

Mi primera reacción habría sido entregarme a la histeria y comenzar a reírme como una loca, pero se notaba que lo que me estaban diciendo era verdad o por lo menos ellos creían que era verdad. Y si lo que mi hermano decía era verdad, eso quería decir que los vampiros existían y lo más importante… yo lo llevaba en mis genes.

-¿Esto es una broma Liam? - Le pregunte rogando con todas mis fuerzas que realmente lo fuera, no quería ni considerar lo que me estaba contando como parte de la realidad.

-Xi ¿Realmente crees que yo voy a estar bromeando con algo así?- pregunto mientras me miraba con compasión.

No podía hablar, me quede helada. Mi cabeza daba vueltas y no podía dejar de pensar en lo que me acababa de contar mi hermano... mi querido hermano que era un... un... vampiro..Oh Dios…

-Xi cálmate, estas temblando.- no me había dado cuenta de que estaba temblando, hasta que mi madre  me lo dijo.- Toma un poco de té, creo que lo necesitas cariño, se que todo esto es muy difícil de asimilar pero…- no escuche ni una sola palabra de lo que mi madre seguía diciéndome, en lo único en lo que podía pensar era en que yo era mitad humana, que mi hermano no era humano y que mi padre al parecer tampoco lo era...

-¿Co...como es posible?- me esforcé por encontrar mi voz y preguntar.

-No sé cómo responderte eso. Pero es importante que sepas algunas otras cosas más sobre nosotros, ya que también está en tu sangre. Nosotros necesitamos de sangre para vivir, pero aun así puedes seguir comiendo normalmente, aunque eso no nos nutre, solo la sangre lo hace. Nuestra sed de sangre se despierta cuando uno alcanza los dieciocho años. No estamos muertos como se cree de los vampiros, sino que podemos respirar y nuestro corazón late como cualquier otra persona normal. Como veras podemos salir a la luz del sol y no nos afecta. Lo que si tenemos son algunas habilidades especiales, como por ejemplo somos cuatro veces más fuerte que una persona normal, sanamos mucho más rápido que lo normal, mira...- dijo y luego saco una daga que tenía guardada en el pantalón y se hizo un pequeño corte en la mano.

Al principio no note lo que estaba haciendo porque estaba demasiado aturdida con tanta información, pero cuando note lo que hizo me quede congelada. No porque se haya cortado, sino por lo que vino después. No lo podía creer, donde recién había una herida, ahora ya no había nada. La piel estaba sana y normal, como antes de que realizara el corte. Simplemente no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, todo esto me parecía tan irreal que seguía consolándome diciendo que todo esto era un sueño hasta que Liam tomo mi mano y sin que notara lo que pretendía hacer, hizo un pequeño corte en la mía. Yo grite pero no por el dolor sino porque no me lo esperaba.

-¿Qué haces? Me cortaste – lo acuse enfadada y conmovida.

Liam hizo caso omiso a mi enojo y me dijo;

-Mira tu mano Xi.

Cuando baje la mirada a donde tendría que estar el corte me quede muda. Oh dios. Yo era igual que él, no había dudas de eso. En donde antes había un corte, ahora se estaba cerrando. ¡Se estaba cerrando! Y ahora ya no había nada. Igual que como paso con Liam. No había dudas de que ni yo, ni el éramos humanos.

Mire a Liam y con los ojos llenos de lágrimas le dije;

-No puedo creerlo, es verdad. Todo lo que me contaste, sobre los vampiros, sobre nosotros. No somos humanos..- dije con la poca voz que me quedaba, tenia un nudo en la garganta que no me permitía hablar.

-No llores princesa- me dijo mientras me abrazaba.

-Es que todo esto es tan irreal, es muy de película. Todo esto parece mentira, pero se que no lo es. Pero no entiendo, como es posible que nunca me diera cuenta de nada de esto- les dije tanto a mi hermano como a mi madre que estaba tan callada que parecía como si no estuviera en la habitación.

-Es que pensábamos que eras humana cariño, hasta hace algunos meses… que fue cuando yo note tus cambios, y por eso llame a Liam y le pedí que viniera hoy, ya que era mejor que él te lo explicara todo- dijo mi madre, con los ojos llenos de lagrimas. Era obvio que esto también le estaba afectando a ella.

- Pero… pero yo me he cortado muchas veces en el pasado, y nunca me paso lo que paso hoy ¿como es posible eso? Tiene que haber algún error… capas que yo si soy humana…si tiene que ser eso. Todo esto tiene que ser una confusión.

- Princesa, nosotros los cambios los empezamos a notar cuando nos estamos acercando a la mayoría de edad, por eso es que antes no sanabas como ahora. Se dice que cuando Caín mato a su hermano, el tenia la edad de 18 años. Por ese motivo antes de que cumplamos los dieciocho nosotros somos como cualquier otro humano normal y corriente, y al llegar a la edad en la que Caín fue “maldecido” por así decirlo, es cuando nosotros, los descendientes de Caín comenzamos a tener los cambios.

-¿Qué cambios? ¿Qué cambios son los que notaste en mi, mamá?- le pregunte a mi madre mientras me secaba las lágrimas.

- Empezaste a tener mucha más fuerza que los demás, lo note cada vez que te iba a ver cuándo luchabas, cada vez lo hacías con alguien el doble de grande que tu, y simplemente lo derribabas como si nada. Y la comida… cada vez estas más flaca hija, y eso no es por no comer… porque ambas sabemos que siempre tuviste un muy buen apetito, ni tampoco es porque tengas un buen metabolismo, ni porque practiques lucha porque cualquiera que coma como tu lo haces aunque sea unos pocos kilos aumentaría , pero tu no aumentas, sino que todo lo contrario cada vez estas mas delgada y eso es porque...ya la comida no te está nutriendo como debería…- la última frase le salió casi en un susurro antes de que empezara a llorar y se abalanzara para abrazarme- Oh bebe…lo siento tanto. Yo siempre tuve la esperanza de que fueras humana, que pudieras tener una vida normal, como todos los demás. Con tu padre siempre tuvimos la esperanza de que fueras humana...

No podía hablar, ni pensar. Tenía una sensación de que necesitaba salir, correr muy lejos de todo esto. 
Necesitaba salir para poder pensar. Tomar algo de aire, y necesita espacio. Mucho espacio. Como pude, trate de encontrar mi voz.

-Creo que... que necesito ir a tomar un poco de aire… necesito pensar en todo lo que me acaban de contar...- les dije mientras me liberaba del abrazo de mi madre y me ponía de pie.

- ¿Te molesta si te acompaño?- Pregunto Liam un poco inseguro.

-No, está bien. Si quieres ven.


23 comentarios:

  1. oye que buena historia me gusta

    ResponderEliminar
  2. me encantoo wow io kiero un liam io kieroo un liam te lo juroo qe si <3

    ResponderEliminar
  3. me gusto mucho mucho pero te recomiendo algo, no te copies de ya sabes que xd, tu sabes de que ablo y cada vez que pongas una conversacion no digas : dijo con una expresion blablabla ó Exclamo con sus ojos blarablabblabla :D y ademas de eso me gusto :P

    ResponderEliminar
  4. La verdad no se a que te referís con YA SABES QUE.. y por el resto de la critica, gracias.

    ResponderEliminar
  5. Fabulosooo ! Me enganche con apenas el primer capítulo pero hay algunaas palabritas que no entiendo jajaja
    algo que no me gusto es quee aveces repitez las mismas frases y se ve algo raro pero esta GENIAL ..

    ResponderEliminar
  6. Me encanto la historia. Esta muy buena. Voy a seguir leyendo. ;)

    ResponderEliminar
  7. sergio vazquez Face :P
    bueno kar... ya te dije mi vida por face y la veerdad que me encanto este primer capitulo jaja ahora me voy a poner a leer el segundo xD posta que esta buena la historia.

    ResponderEliminar
  8. Ya quiero que saquen el libro ^-^ ♥♥♥♥♥♥

    ResponderEliminar
  9. desde mi punto de vista esta buenisimo.... pro creo que Dios deverias de escribirlo con mayuscula, digo... porque asi tiene que ser.
    pero la verdad me gusto bastante el primer capitulo y lo seguire leyendo hasta terminarlo :D

    ResponderEliminar
  10. Me encanto la historia qien es el autor?

    ResponderEliminar
  11. woow ke loko esta hemosionante y eso ke es el primer capitulo

    ResponderEliminar
  12. ojala fuese como ella,para poder comer de todo y no engordar...que afortunada la chica vampiro

    ResponderEliminar
  13. che para cuando el capitulo 14????

    ResponderEliminar
  14. exelente...me encanto...para ser el primer capìtulo...esta buenisimo... :)

    ResponderEliminar
  15. che como hace 3 meses que estoy esperando el capitulo 14 no me dejes colgada que está buena la historia

    ResponderEliminar
  16. Hermoso el capítulo y la historia. Sos una muy buena escritora. Felicidades. Seguí así!

    ResponderEliminar
  17. Excelente escritora y muy original la historia(:

    ResponderEliminar
  18. ME ENCANCTO ESTOY ANSIOSA X LEER LOS OTROS CAPITULOS ME ENCANTA LO NOVELA

    ResponderEliminar
  19. Me Gusto Mucho... Solo Eh Leiido El 1er Kaspiitulo.. Y La kiiero Seguir leyendo..!! :) felicidades..

    ResponderEliminar
  20. La historia está muy buena, me gustaría que hubieran más detalles, al fin y al cabo es tu historia, mucha suerte y buenos deseos.

    ResponderEliminar