Capítulo 22
Cuando desperté parecía como si hubiera estado descansando
por meses. Me levante tan relajada, jamás había dormido de esa manera. Cuando
mire el reloj descubrí que solo había dormido dos horas, ya era de noche, pero
aun así parecía como si me hubiera dormido la vida… ¿Será que el sueño es diferente aquí? Al parecer todo es diferente…
- ¿Puedo pasar?- pregunto una voz desde el
otro lado de la puerta.
- Si, pasa.
Una muchacha muy bonita entro. Tenía el pelo
castaño y bien largo, tenia una cara redonda, unos ojos cafés, una nariz
chiquita y respingada, y unos labios en forma de corazón. Era de estatura
mediana. Llevaba puesto un hermoso vestido blanco con volados, unos zapatos
rojos que hacían juego con el listón del vestido.
- Mi nombre es Nissa, un gusto conocerte…-
dijo la tímida muchacha.
- Mucho gusto Nissa, yo soy Xia..
- Si, si, se quien eres, todos han hablado
mucho sobre ti. Eras la nueva incorporación en la Academia, te vi cuando recién
habías llegado, en ese momento no me anime a saludarte ya que ibas acompañada
de Katya y Liam…
Había visto a tantas caras desde el momento
en el que llegue que ya no recordaba ninguna.
Tengo
que dejar de ser despistada y prestar más atención a las personas que me rodean...
- ¿Qué es lo que has escuchando sobre mi? –
pregunte curiosa.
- Es que como eres nueva no solo en la
Academia sino también en este mundo todos comienzan a hablar, hacerse
preguntas, cosas por ese estilo… no han dicho nada importante, solo es que como
eres una novedad aquí, es imposible evitar que hablen.
- ¿Y tu estas aquí por que…? ¿Qué es lo que
te intriga conocer de mí? ¿Qué es lo que quieres saber?
-No, no, yo no quiero saber nada… es decir…
no vine aquí por eso, solo tenia ganas de conocerte, y ofrecerte mi amistad-
comento nerviosamente con una tímida sonrisa.
Parecía ser una buena chica, un poco tímida…
pero se notaba que nos íbamos a llevar muy bien.
- Me encantaría conocerte ¿Y quién dice y
con el tiempo hasta podemos convertirnos en grandes amigas?- dije con una
sincera sonrisa, no pude evitar sentir una pequeña punzada de culpa al pensar
en Luna, aunque eso no tendría sentido ya que nadie podría ocupar su lugar,
ella siempre va a ser como mi hermana, nada ni nadie podría cambiar eso…
La muchacha me devolvió la sonrisa, le
brillaban los ojos de felicidad.
- Que bien. ¿Te gustaría que te muestre la
Academia?
- Esa es una estupenda idea, me muero por
conocer este lugar- comente mientras me apresuraba por tomar del brazo a mi
nueva amiga y así salir de mi habitación para realizar el recorrido.
Nissa se encargo de mostrarme toda la
Academia. Era un lugar enorme, mientras hacíamos el recorrido íbamos hablando
sobre nuestras vidas.
Resulto ser que Nissa y yo teníamos un par
de cosas en común. Ambas éramos media sangre. Su madre pertenecía a la raza mientras
que su padre era humano, él había fallecido cuando ella tenía apenas 3 años.
Nissa era hija única, había cumplido los 18
hace unos meses. Ella conocía Whiteland desde que tenia memoria, cuando su
padre murió en un accidente su madre decidió venirse a vivir aquí. Hace pocos
meses que estaba viviendo en la Academia pero ya se conocía a todos. Me comento
que esté era un lugar muy acogedor, te hacían sentir como si estuvieras en tu
hogar, los profesores eran en su mayoría un poco exigentes pero amables y
compresivos, al igual que los alumnos. Nunca la discriminaron por ser media
sangre, todo lo contrario, la aceptaron desde un principio y la ayudaron a
integrarse.
En el recorrido conocí a un par de jóvenes
mas, todos fueron muy amables conmigo. En ningún momento me sentí fuera de lugar,
me hicieron sentir como si realmente estuviera en mi casa, como si nos
conociéramos desde toda la vida, y la verdad es que tengo que admitir que muy
en el fondo me sentía como en casa.
- Y esta es la biblioteca…
- Es hermosa- susurre mientras miraba el enorme
lugar lleno de libros, me sentía en el paraíso. Había mesas enormes por todos
lados, el único sonido que se escuchaba era el de las páginas de los libros.
Para mi sorpresa el lugar estaba casi lleno, era muy extraño ver a tantos
jóvenes de mi edad disfrutando del placer que te puede dar un libro.
- ¿Están estudiando?- le pregunte en un
susurro a Nissa, ya que me sorprendía el ver tanta juventud en la biblioteca,
la única explicación que mi cerebro trataba de darle a todo esto era que estaban
aquí para estudiar.
- Oh no, en esta época del año estamos de
vacaciones, los que están aquí leyendo lo hacen porque quieren, les gusta.
Además cuando es época de estudio por lo general se juntan en las habitaciones
para estudiar en grupos.
- Este lugar es sorprendente…
- Si que lo es- comento Nissa con una tierna
sonrisa.
De repente vi algo que capto mi atención por
completo.
- ¿Esos... esos… son espejos?
- ¿Cuáles? ¿Aquellos? ah si… son espejos.
¿Por qué?
No podía hablar, no podía explicar lo que
estaba sintiendo, sentía una sensación de atracción enorme por esos bellos
espejos. Era todo un mural de espejos. Sin darme cuenta de lo que estaba
haciendo camine hasta estar a centímetros de ellos, y no pude evitar que mi
mano se estirara para poder tocar uno.
En el preciso momento en el que mi mano
entro en contacto con el espejo el mundo se detuvo. Parecía como si todo
estuviera en cámara lenta, lastima que eso duro poco. Como si me hubieran
tirado un vaso de agua fría en mi cara, sentí como el mundo volvía a la realidad,
pasaron tantas cosas juntas que no tuve tiempo para procesarlas.
Cuando mi mano había hecho contacto con el
espejo sentí una fuerte ola de energía que me envolvía. Pase de estar parada frente
a los espejos a estar a metros de distancia de ellos… y para ese entonces ya
estaban todos destruidos.
Estaba tan desorientada, lo único que mis
oídos podían captar eran los gritos de la gente, podía sentir como algunos
salían corriendo mientras que otros se amontonaban a mí alrededor. Había sangre
por todos lados…
- Oh por Dios…
- Mira la sangre…
- ¿Esta bien?...
- ¿Qué le paso?...
- Llamen a Katya...
- ¡Xia!
- Denle un poco de espacio ¿No ven que esta
en shock?… Xia ¿Me escuchas? ¡Xia!
Era la voz de Urian. Dejando un poco de lado
la confusión trate de hablar;
- ¿Qué… que paso?- me esforcé por preguntar.
- Oh gracias a Dios, ya reaccionaste. Déjame
ver tus heridas…
- ¿Mis heridas? – pregunte confusa mientras
bajaba la mirada para ver de lo que estaba hablando.
Tenía cortes por todos lados; la sangre era
mía.
- ¿Qué fue lo que paso?- pregunte
nuevamente.
- No lo se, solo vi que cuando tocaste el
espejo este voló en pedazos. Ahora déjame ver tus heridas…
Estaba como nula... no dije mas nada, no
hice nada, solo me quede ahí… dejando a Urian inspeccionar mis heridas.
Me levanto y me cargo en sus brazos… yo
sabia lo que él estaba haciendo pero aun así no podía reaccionar.
- Vamos a curarte esas heridas. Nissa por
favor avísale a Liam. ¡Nissa reacciona! Ya es demasiado con tener a una en
shock como para que tu también te le unas.
- Si…si...si, Urian… lo siento. Yo… ahora
mismo voy a avisarle a Liam.
- Dile que voy a llevarla a mi habitación,
ahí tengo lo necesario para curar estas heridas.
- Si,si, ya mismo le digo- dijo la muchacha
antes de salir corriendo.
Yo seguía en shock, pasaron unos segundos y
sentí como Urian me sentaba en una cama.
- ¿Dónde estoy?- pregunte todavía confusa.
- En mi habitación. Haber déjame ver bien
estas heridas… hay algunas que necesitan ser curadas.
- Esta bien- susurre
Urian iba de un lado para el otro. Se acerco
a mí con un bol lleno de agua que parecía estar tibia, unas gasas, y dos
botellas una de alcohol etílico y otra con un líquido oscuro. Muy suavemente me
fue limpiando los brazos, las manos, y hasta la cara. Cuando termino con eso me
miro a los ojos por un segundo…
- Esto te va a doler un poco, pero es
necesario desinfectar las heridas- menciono mientras tomaba la botella de
alcohol y comenzaba a pasarme por los brazos y la cara. Estaba tan desorientada
que ni sentí el ardor del alcohol. Poco a poco fui volviendo a la realidad, me
costo… pero volví.
Urian estaba agarrando la segunda botella.
- ¿Qué es eso?- pregunte
- Esto es una mezcla de hierbas que sirve
para que las heridas cicatricen más rápido. Por suerte ninguna de las heridas
es muy profunda. Hay algunas que ya sanaron solas, pero hay otras que necesitan
de un poco de ayuda para que cicatricen.
Lentamente fue untando ese líquido por mis
brazos. No podía evitar mirarlo, cuando llego el momento de pasarlo por mi cara
nos quedamos mirándonos, fue un momento extraño pero se sintió muy íntimo. Poco
a poco fue pasando el líquido por mi cara.
- Listo- susurro mientras me miraba.
- Gracias- susurre.
- No hay de que. Ahora ¿Me puedes explicar
que fue lo que paso?
- No lo se, en un momento estaba parada en
frente de los espejos y al siguiente me encontraba a metros de distancia de
ellos, lo único que escuchaba eran gritos, y veía la sangre. Al principio no me
había dado cuenta de que era mía hasta que tu me lo dijiste.
- ¿No sentiste los cortes?
- No sentí nada.
- Todo esto es muy raro. Jamás había visto
romperse un espejo de la manera en la que se rompieron estos. Aun así ¿Por qué
te acercaste a los espejos?
- Porque tenía la necesidad de hacerlo.
- ¿La necesidad?- pregunto confuso
- Si, es algo difícil de explicar pero cada
vez que veo un espejo siento una fuerte compulsión y una fuerte necesidad de
mirarme en ellos, puedo pasar horas mirándome al espejo y cuando lo hago puedo
sentir una enorme tranquilidad.
- Eso es raro…- comento
- Todo en mi es raro. ¿Acaso hay algo en mi
vida que sea normal?- pregunte sarcásticamente
- La verdad es que eres como la caja de
Pandora, no se sabe con que puedes salir.
A pesar de las circunstancias ambos
sonreímos.
- ¿Y que es lo que sientes cuando tocas un
espejo? Aparte de tranquilidad…
- Siento como una fuerte ola de poder,
siento tranquilidad, aunque suene ridículo siento como si los espejos formaran
parte de mí, y cada vez que estoy cerca de uno me siento como si estuviera en
casa. Se que no tiene sentido, pero así es como yo lo siento.
- Aunque no lo creas te entiendo.
-¿De verdad?
- Si
Liam, Katya y Nissa entraron de golpe.
- ¿Estas bien?- pregunto Liam mientras me
inspeccionaba para ver como estaba.
- Si hermano, ya estoy bien, ves- dije
mientras le enseñaba los brazos- ya no tengo nada.
Gracias a la mezcla de hierbas que Urian me
unto sumado a que sano rápido, ya no tenía ni una sola herida.
- Recién pasamos por el corredor de la
biblioteca y vimos el desastre. ¿Qué fue lo que paso?- pregunto Katya
preocupada.
- No lo se. Cuando toque el espejo estallo
en pedazos.
- Eso es algo raro, jamás había escuchado de
algo así. – comento mi hermano
- ¿Y por que tocaste el espejo?- pregunto
Katya
- Se que va a sonar raro pero cada vez que
veo un espejo siento la necesidad de mirarme en el, y a veces hasta de tocarlo,
es algo inconciente que hago… no puedo evitarlo.
- ¿Desde cuando te pasa esto?- pregunto
Katya, esta vez estaba muy pensativa.
- Desde siempre.
- ¿Desde siempre?- esta vez fue Liam el que
hablo- ¿Por qué nunca me lo dijiste?
- Porque nunca creí que fuera importante.
- Todo lo que te pase a ti, es importante
para mí.
- Necesito hacer un par de cosas, como
ordenarle a alguien que se encargue de limpiar el corredor para que no haya mas
heridos, entre otras cosas…- interrumpió Katya muy nerviosa - me alegro que
estés bien, cualquier cosa saben donde encontrarme. Y para los que no saben
pregunten donde esta mi despacho, ahí estaré - Y salio disparada sin decir ni
una sola palabra mas.
- Eso fue raro- comento Urian
- Si que lo fue. Parecía muy nerviosa, yo
creo que algo sabe.
- ¿Creen que sea algo malo lo que tengo?-
pregunte asustada.
Liam y Urian se miraron mutuamente y luego
miraron a Nissa. Está se dio cuenta de que sobraba en la habitación, se
disculpo y se fue.
- Eso fue muy grosero- les regañe una vez
que Nissa había dejado la habitación.
- ¿Qué cosa? – preguntaron al unísono.
- Esa mirada entre ustedes y luego la mirada
que le dieron a la pobre de Nissa como si estuviera sobrando.
- Es que estaba sobrando- afirmo Urian
- Pero no tenían que actuar como dos
imbeciles, ella fue muy buena conmigo… y lo único que hizo es lo que cualquier
otra persona habría hecho, vino para ver como estaba. Y ustedes con su mirada
prácticamente la echaron.
- No hay nada que te venga bien- se quejo
Urian- si le hubiéramos dicho que se fuera, te habrías enojado, como no dijimos
nada te enojaste porque la miramos… te enojas por todo…
- No tiene sentido discutir con ustedes, son
dos trogloditas, jamás me entenderían. Además podríamos haber hablado mas
tarde…
- Bueno Xia ya esta, ya se fue. Ahora deja
de quejarte- contesto Liam.
Lo fusile con la mirada.
- Bueno ahora hablen- dije irritada.
- Cuando mencionaste tu afinidad con los
espejos vi la reacción que tuvo Katya y podría jurar que por un segundo me
pareció ver un atisbo de miedo en sus ojos. Es obvio que ella sabe algo, la
cuestión es ¿Qué es lo que sabe?
- Si yo también me di cuenta de esa
reacción, hasta cuando se fue la note muy nerviosa y a la vez muy pensativa. Lo
que no entiendo es porque no nos dijo lo que sabía...
- Tendrá sus razones- dijo Liam.
- Solo espero que no sea nada malo, ya tengo
demasiadas cosas de las que preocuparme como para también hacerlo sobre esto de
los espejos.
- Si lo se- dijo Liam- por cierto Urian ya
me contó todo lo que te dijo hoy a la tarde, sobre tu otra habilidad, al
parecer tienes dos habilidades hermanita..
- ¿Dos? ¿De que estas hablando?
- Una habilidad es la de ver y revivir la
muerte de una persona a base de tocar un objeto y la segunda… volar espejos.
Los dos imbeciles comenzaron a reírse.
- Son dos idiotas
- ¿Y yo ahora que hice?- pregunto
dramáticamente Urian mientras me hacia ojitos.
- Te reíste- le acuse mientras lo fulminaba
con la mirada.
- Que amargada…
- No soy una amargada.
- Si lo eres.
- No lo soy.
- Basta, lo único que falta es que se ponga
a pelear como dos nenes. Por cierto hermanita me imagino que tienes hambre, no
has comido nada desde la mañana. Vamos al comedor ya es hora de que sirvan la
cena para los que todavía comen…
- Yo iré a la biblioteca, voy a ver si
encuentro algo de información sobre el tema de los espejos- comento Urian.
Y así cada quien se fue por su lado, Urian
se fue a la biblioteca y mi hermano y yo nos fuimos para el comedor.
Era un salón enorme, al costado derecho
había una mesa alargada con diferentes clases de comidas, había desde postres
hasta diferentes platos salados, en una de las puntas de la mesa había una pila
de platos para que cada uno agarrara su plato y se sirviera lo que deseaba. Al
final de la mesa se podía ver la cocina, era muy lujosa, al igual que todas las
habitaciones de la Academia, se podía ver a los cocineros ir de un lado para el
otro. Al otro lado de la habitación había muchos refrigeradores, en cada uno de
ellos se podía ver que había suministros de sangre.
Cuando entramos al comedor todas las cabezas
se giraron en nuestra dirección, algunos me miraban raro, se oían como
murmuraban cosas sobre mí y podía escuchar como algunos hablaban sobre el
incidente de los espejos.
Liam noto mi incomodidad, se acerco y poso
una mano en mi hombro.
- No les hagas caso. Ven elige lo quieres
comer.
Termine eligiendo una hamburguesa con papas
fritas. Nos sentamos en la mesa más cercana y Nissa que recién llegaba al
comedor se nos unió a nosotros. Ella no estaba comiendo, ella tenía una de esas
bolsas de sangre y la estaba poniendo en un vaso. Yo pensé que eso me iba a dar
asco, pero fue todo lo contrario… hasta podría decir que me tente un poco por
probarlo.
- ¿Cómo te encuentras?- pregunto Nissa
- Bien, gracias por preguntar.
- Me alegro- comento la muchacha mientras me
sonreía calidamente.
Luego de terminar la cena nos quedamos un
rato hablando, al principio éramos solo nosotros tres, pero luego se nos fueron
uniendo un par más. Todos me preguntaron como me encontraba, me trataron muy
bien… muy simpáticos.
-
Hermanita creo que ya es hora de que vayas a descansar, hoy has tenido un día
muy largo.
- Es verdad- comente - Buenas noches chicos.
- Buenas noches Xi.
- Buenas noches.
- Que descanses.
- Mañana hablamos.
Me despedí de mis nuevos compañeros y Liam
me acompaño hasta mi habitación. Nos despedimos en la entrada de mi cuarto y
luego entre.
Me puse el pijama y estaba a punto de
acostarme cuando sonó mi celular. Era una llamada y la única persona que tenía
ese número era Aydam.