Capítulo 9
-L legamos- anuncio Luna mientras estacionaba el coche.
- ¿Estos es una broma?- le pregunte mientras observaba la
entrada principal del club nocturno El
Infierno - Se supone que esto tendría que estar repleto de gente, que
tendría que haber una fila enorme de personas a la espera de que los hombres de
seguridad los dejen entrar… ¿Se puede saber por que motivo NO HAY NADIE? ¿No me
digas que vinimos hasta aquí para nada? Luna por favor dime que te aseguraste
de que el club iba a estar abierto esta noche…
Luna me miro con la misma extraña mirada que estuvo teniendo
durante todo el recorrido y me sonrío.
- ¿Quieres saber cual es la cualidad que mejor te describe?-
me pregunto.
Al principio su pregunta me dejo media desconcertada, aunque
la respuesta la sabía…
- Mi buen sentido de la moda- respondí con una sonrisa y
esto ocasiono que luna comenzara a reírse…
- Aparte de eso- comento mientras sonreía y luego continúo-
ay amiga… si no te conociera mejor podría pensar que eres como las huecas
plásticas de nuestra antigua escuela…que solo piensan en la ropa, pero como te
conozco mejor se que eres todo lo contrario. No solo tienes un buen gusto para
la moda, sino que también eres muy inteligente, una excelente persona y amiga…
y como olvidarnos que también eres bastante fuerte…-
- Ay Lu… que linda eres, gracias…- Estaba muy conmovida al
conocer la manera en la que mi amiga me veía.
-…y también eres muy impaciente, y nunca dejas al otro poder
terminar su frase sin que antes lo interrumpas con un comentario.
Con esto último ambas comenzamos a reír nuevamente.
- Se que tienes razón pero es que simplemente no puedo evitarlo-
dije una vez que paramos de reír.
- ¿En serio? Te juro que si no me lo decías no me daba
cuenta…- dijo sarcásticamente con una sonrisa.
- ¿Y? – Pregunte bromeando - ¿Ya se te fue el mal humor?
- Es imposible estar de mal humor cuando estas a mí alrededor…-
comento con una sonrisa- Por eso mismo es que necesitaba esta salida…
- Lu ¿Qué fue lo que
te paso hoy? - pregunte con preocupación.
- Ya sabes…- me dijo con cansancio- lo mismo de siempre.
Ahora entendía porque esta noche la había notado diferente,
esta no era la Luna
que conocía…
-Lu… háblame. Cuéntame que fue lo que paso.
- Ayer a la noche…- comenzó -…Marcos regreso – esto ultimo
lo dijo mirándome a la cara y ahí fue cuando note que tenia los ojos llenos de
lagrimas no derramadas.
-Eso no es posible- dije con desesperación y enojo-…simplemente
no entiendo como es eso posible…
- Lo dejaron en libertad por buena conducta- dijo con ironía
y con la voz ronca por el nudo que se le había formado en la garganta, ese nudo
de angustia acumulada que no la dejaba hablar, además de la bronca que debería
de estar sintiendo en estos momento… y era entendible.
- ¿Y tu madre que hizo?- pregunte, aunque ya sabia la
respuesta…
- Nada.
Le pregunte algo que estaba rondando en mi mente desde el
preciso momento en que el nombre de Marcos y la palabra libertad formaban parte
de la misma oración. Aunque tengo que reconocer que sentía una horrible sensación
en el estomago por miedo de escuchar la respuesta. Así que con cautela le
pregunte…
- ¿Te hizo algo?
-No
Ay… gracias Dios.
- Oh… amiga lo siento tanto- la atraje a mis brazos para
darle un abrazo tratando de darle un poco de consuelo y así por lo menos poder
confortarla un poco.
La persona de la que estábamos hablando era del padrastro de
Luna.
Cuando Luna tenia 8 años, su verdadero padre Cristopher,
había muerto de un inesperado ataque cardiaco, y al año siguiente fue cuando su
madre había conocido a Marcos.
Para la vista de todo el mundo… Marcos parecía ser un gran
esposo y un padre excelente. Pero las apariencias casi siempre engañan. El
bastardo solía golpear tanto a Luna, como a su madre.
A veces Luna iba al colegio con moretones, y los maestros
comenzaron a notar esto… pero su madre siempre les daba la misma excusa… “Luna es una chica muy traviesa y activa,
siempre esta haciendo algo… y siempre termina lastimándose…es muy difícil
controlarla”
Al principio todos creían esa historia… ya que en verdad
Luna era muy traviesa… pero después con el tiempo se fueron dando cuenta de la
verdad. Pero para ese momento Luna ya tenía 11 años… y había tenido que
soportar dos años de maltrato por parte de su padrastro. Por suerte las
autoridades tomaron cartas en el asunto y lo metieron en prisión.
Su madre culpo a Luna por esto, ella quedo tan deprimida
cuando metieron a su marido a la cárcel que se tiro por la bebida...se
convirtió en alcohólica. Y hasta el día de hoy seguía culpando a Luna por todo
lo ocurrido y seguía con los mismos hábitos de siempre.
Pero como dije antes, Luna siempre fue una persona que
trataba de ver el lado bueno de todos, por eso nunca le guardo rencor a su
madre, ni siquiera cuando la empezó a culpar por todo.
Y desde que Luna tiene 11 años, que fue la edad en la que
metieron a Marcos en prisión, ella se tuvo que hacer cargo de su madre
alcohólica. Imagínense a una chica de once años que paso por varios
maltratos... y encima tener que hacerse cargo de una madre alcohólica que la
culpaba por todo. A nadie le gustaría tener una vida así, pero Luna prefería
seguir viviendo con su madre y seguir cuidándola… a que la mandaran a un hogar
sustituto… en donde uno nunca sabe con quien se podrá encontrar.
Hasta el día de hoy todo el pueblo sabia la verdad, de que
Mariana Jones era una alcohólica, pero como todos adoraban a Luna… la ayudaban para
que la trabajadora social no descubriera esto, ya que sabían que Luna nunca se
iría a un hogar sustituto, y antes de que eso pasara todos temían lo que sabían
que iba a pasar… que Luna escaparía.
Mi madre y yo siempre
supimos toda la verdad, por eso mismo siempre apoyamos a Luna en todo. Muchas
veces Luna se había quedado en mi casa porque el volver a su casa era un
verdadero infierno.
Y ahora el saber que ese maldito desgraciado estaba de
vuelta… hacia que mis nervios estuvieran a mil. Tenía miedo de lo que podría
hacerle a Luna y a la vez tenia mucha ira… tenia ganas de ir y desgarrarle la
garganta con mis propios dientes…
Oh maldición….ya estoy
pensando como un vampiro…
- Lu… sabes que puedes venir a quedarte a mi casa… no tienes
porque seguir viviendo junto a ese maldito…- comencé.
Para ese momento Luna ya se había secado las lágrimas y me
sonrío antes de contestar…
- Gracias amiga… pero no te preocupes, ya tengo un plan. No
pienso seguir viviendo junto a Marcos y tener que soportar como golpea a mi
madre otra vez… y mucho menos dejar que me golpee, ya tuve suficiente en esos
dos años que viví junto a él y el tener que hacerme cargo de mi madre… pero no
te preocupes porque no pienso vivir mas con ellos.
Antes de que pudiera preguntar cual era su plan o donde
planeaba vivir, Luna cambio de tema al instante… y se notaba que no quería
hablar más sobre Marcos o sobre su madre…
- Ahora ¡Vamos! Salgamos de este coche… que hoy vinimos a
divertirnos…
-Luna… no se si me habrás escuchado al principio… pero me
parece que el club esta cerrado esta noche. Mira- dije mientras señalaba la
entrada vacía del club- no hay nadie…
Luna me miro nuevamente con una sonrisa. Ya era la misma
Luna de siempre y contesto…
- Confía en mi… una gran noche nos espera.
Y salio del auto así que rápidamente la seguí.
Cuando estuve parada al lado de Luna fue cuando pude
apreciar bien como iba vestida, ya que antes al estar adentro del coche y encima
con poca luz era casi imposible ver bien lo que se había puesto esta noche.
Traía puesto una remera negra larga de hombros caídos,
estilo rockera, unas calzas negras que no eran de un negro común… sino que
parecían como si tuvieran pequeños brillantes… y unos borceguíes negros de
hebillas con unos pequeños tacos que eran espectaculares. Y para hacer juego
con su look de rockera, tenía una campera corta de cuero.
Estaba espectacular. De por si es espectacular. Luna tiene
el cuerpo de una modelo, es alta, delgada y con curvas.
Luna tiene una cara redonda, con una pequeña nariz media
respingada, unos labios bien formados y unos ojos azules… que parecen pequeños
diamantes de zafiro. Tiene el pelo lacio y rubio, y le llega hasta la cintura,
pero hoy lo traía atado, y se le había escapado un pequeño mechón que le hacia
un toque perfecto…
-Vamos- me dijo mientras me tomaba del brazo para que la
siguiera.
-Luna…-comencé
-Xia, confía en mí- Confía
en mí... Confía en mí… Confía en mí… ¡Dios! Estoy harta de oír tanto esa
maldita frase en este día. Pensé… mientras comenzaba a recordar los sucesos
del día… ¡BASTA XIA! Hoy saliste para
despejarte… deja de recordar lo que paso esta tarde, total mañana tendrás
tiempo suficiente para comenzar a amargarte por estas cosas. Esta noche es para
disfrutar, no amargarse.
- Esta bien- dije y la seguí.
Cuando llegamos a la puerta del club, me quede parada… pero
Luna me estiro para que siguiera caminando. No estaba entendiendo nada, pero
decidí confiar en ella.
Me llevo hasta un pequeño callejón que estaba al lado del
club… y me hizo entrar en el.
Caminamos unos metros, hasta que Luna se detuvo frente a una
puerta que estaba media escondida.
- ¿Qué hacemos aquí?- pregunte
- Confía en mí amiga, esto te va a encantar- y luego golpeo la
puerta.
Unos minutos mas tarde salio un hombre enorme, pero
sumamente hermoso. Nos miro unos segundos hasta que reconoció a Luna.
- Luna, querida… no sabia que vendrías esta noche- le dijo
con una sonrisa mientras le tomaba su mano y le daba un beso en ella. Luego el
hombre me miro con intriga y expectación de que alguna de las dos explicara
quien era yo.
- Xia… te presento a Avery.
- Hola- dije media vacilante
Avery tomo mi mano y le dio un beso igual que como hizo con
Luna, pero conmigo se tardo un poco mas y mientras lo hacia dijo en un tono un
poco seductor…
- Un gusto conocerte preciosura… - y me guiño un ojo.
- ¿Nos vas a dejar pasar? ¿O vamos a estar toda la noche
congelándonos aquí afuera?- pregunto Luna divertida.
- Pasen bellezas….
Luna me arrastro hacia adentro. Caminamos junto a Avery por
un pasillo medio largo, hasta que llegamos a una escalera y bajamos. A medida
que íbamos bajando se iba escuchando mas fuerte la música, hasta que
Avery se
detuvo enfrente de una puerta y la abrió para que nosotras pudiéramos pasar.
Al otro lado estaba el Club Nocturno más espectacular que
había visto en toda mi vida. Estaba repleto de gente, el lugar era enorme y era
extremadamente lujoso. La única palabra que podía describir el lugar era
ESPECTACULAR.
A los costados se encontraban las barras… y más en el fondo
se encontraba la zona VIP.
- Wow- dije- este lugar es espectacular.
- Sabia que te iba a gustar- dijo Luna con una enorme
sonrisa.- Ven… quiero que conozcas a alguien.
Nuevamente Luna me arrastro con ella… note que me estaba
llevando a la zona VIP. Cuando llegamos ella se acerco al de seguridad, le dijo
algo que no llegue a escuchar y este simplemente se hizo a un lado para
dejarnos pasar.
Llegamos a una de las mesas en donde había dos jóvenes
sentados, ambos eran sumamente hermosos y estaban muy concentrados mirando la
multitud de gente, hasta que uno de ellos noto la presencia de Luna y se paro
al instante.
- Luna, mi amor… viniste- dijo el joven que se había
levantado y saludaba a Luna con un tierno beso en los labios.
Así que estabas
conociendo a alguien y no me contaste nada… sin duda te voy a torturar para que
hablemos sobre esto mas tarde, de esta no te me escapas Lunita… pensé con
una sonrisa.
- Kevin, cariño… ella es Xia- dijo Luna
En ese momento fue cuando ambos jóvenes notaron mi presencia
y me miraron muy raramente…
Note que el que estaba sentado se tenso al instante, aunque
no entendía el motivo… pero duro solo un segundo porque al segundo siguiente me
estaba mirando fijamente con una hermosa sonrisa que me dejo embobada por no se
cuanto tiempo, hasta que me di cuenta que Kevin me estaba hablando.
- Un gusto conocerte querida- me dijo mientras me daba un
beso en la mano ¿Qué le pasa a toda esta
gente? ¿Desde cuando te saludan con un beso en la mano? Estos si que son
verdaderos caballeros, ya no hay jóvenes así…- Luna me hablo mucho sobre
ti…
- Encantada de conocerte Kevin- le dije con una calidad
sonrisa- me encantaría poder decir lo mismo pero la verdad es que Luna nunca
menciono que había conocido a un joven tan encantador…- esto ultimo lo dije con
una mirada de reproche hacia mi amiga.
Luna se notaba muy
avergonzada… pero antes de que pudiera decir algo, Kevin hablo nuevamente…
- Es mi culpa, lo siento. Es que le pedí a Luna que
mantuviera lo nuestro en secreto, ya que recién nos estábamos conociendo y como
nunca había conocido a nadie tan encantadora como ella, quería ir completamente
despacio… hasta que formalizáramos correctamente.
Wow… definitivamente
este muchacho no puede ser de este planeta. Es un completo caballero. Y ni
hablar de lo bello que es.
Kevin era rubio, tenía el pelo bien corto y un cuerpo bien
formado. Su cara era la cara de un ángel, era perfecto… y tenía unos ojos miel,
que a pesar de estar en medio de un club nocturno estos se hacían notar a la
perfección. Se que esta mal mirar al
novio de una amiga, pero eso no quita que una no pueda apreciar su belleza…
- Un gusto el poder conocerte finalmente…- dijo una melódica
voz, que provenía del otro joven que había estado sentado junto a Kevin, ahora
estaba parado al lado mío y me estaba agarrando la mano para darme un dulce
beso.
No había palabras para describir su belleza… tenia unos ojos
verdes que te idiotizaban solo con verlos… una sonrisa encantadora… unos labios
muy tentadores…
Tenía una cara perfecta y ni hablar de su cuerpo…
¿De donde salen estos
ejemplares de hombres? Estos hombres tendrían que estar encerrados bajo llave…
su belleza es un pecado para la vista...
Cuando sus labios tocaron la piel de mi mano sentí una corriente
de electricidad recorrerme todo el cuerpo…
Oh Dios... todos los
hombres deberían de aprender a saludar de esta manera… estoy segura que con
solo uno de estos besos ya nos tendrían a sus pies…
Estaba tan idiotizada en lo que este joven estaba haciendo
conmigo que por un momento me sentí perdida…
- Luna siempre dijo que eras hermosa, pero creo que se ha
quedado corta…
Oh… siento que me
estoy derritiendo...
- Kevin… ¿Por qué no vamos a buscar algo para tomar para
nuestras bellas damas?- dijo el magnifico joven…
- Ya regresamos queridas…- dijo Kevin, y antes de marcharse
le dio otro dulce beso a Luna, mientras tanto el otro misterioso joven me
seguía mirando con esos hermosos ojos verdes… hasta que por fin ambos se
marcharon.
Luna se sentó y yo decidí sentarme junto a ella. Justo
cuando estaba por preguntar el nombre del misterioso joven… Luna pareció leerme
la mente y contesto…
- Todos lo conocen como Ayd, no se cual es su nombre… pero
creo que ese es un apodo o algo así, nunca le pregunte a Kevin como se llamaba
realmente… igual dudo que el nombre verdadero te importe- me dijo con una
maliciosa sonrisa- ¿Son hermosos? ¿No es así?
- Creo que con hermosos te quedas corta…- dije y ambas
comenzamos a reír.
- Ayd es el mejor amigo de Kevin. Por eso no quería que tu
hermano viniera…porque tenía esta sorpresa para tu cumpleaños…
- Y que sorpresa…- dije con una sonrisa de satisfacción
absoluta.
- Te dije que no te ibas a arrepentir de salir conmigo esta
noche…
- Y no te equivocaste- la interrumpí.
Luna me contó sobre Kevin. Que lo había conocido hace unos
meses atrás, y que estaban muy enamorados… era
tan obvio pensé.
Me contó que a Kevin lo conoció la primera vez que vino a
esta parte del Club el infierno, una parte que es solo exclusiva y que ella
consiguió entrar gracias a Avery, el relacionista publico del Club.
Me contó como fue que habían planeado este encuentro, ya que
Kevin le había hablado sobre su amigo Ayd y Luna le había contado sobre mi. Y
ambos decidieron que seria lindo presentarnos.
Paso un rato largo hasta que los chicos regresaron con las
bebidas. Estuvimos hablando un poco… hasta que Ayd me toma de la mano y me
pregunta…
- ¿Me acompañas a buscar otra bebida? Y de paso les dejamos
un rato a solas a estos dos tortolos…- dijo señalando con su cabeza a Luna y
Kevin que estaban muy acurrucados uno junto al otro…
- Vamos- le conteste y Ayd me sonrío con una de sus hermosas
sonrisas. Me tomo de la mano y nos dirigimos a la barra.
Cuando vi que estaba tomando otro camino me detuve y eso
hizo que Ayd se frenara conmigo.
- ¿Qué pasa?- pregunto
- La barra queda allá- comente mientras le señalaba en donde
se encontraba.
El me sonrío y dijo:
-Lo se… pero quería mostrarte algo primero.
En mi mente estaba la pequeña voz de mi conciencia que me
decía no caigas en esto… es una trampa… pero cuando lo miraba a la cara y
miraba esos hermosos ojos… esa pequeña voz se callaba por completo y mi lado
curioso salía a la luz.
Se que fue estupido de mi parte, pero decidí acompañarlo. Total yo me puedo defender, hoy le demostré a
Liam que puedo, pensé con una sonrisa mientras recordaba como lo deje culo
para arriba.
-Esta bien, vamos – le dije
Me guío por un costado del club, hasta que llegamos a una
puerta. Uno de los de seguridad nos quedo mirando por un segundo hasta que Ayd
les hizo una seña y simplemente se hizo a un lado para que pasáramos. Entramos
en un pequeño pasillo que llevaba a otra puerta más. Ayd se acerco para abrirla…
y salimos
Estábamos afuera, este era un callejón diferente al que
habíamos usado para entrar con Luna.
- ¿Qué estamos haciendo aquí afuera?- le pregunte media
intranquila.
Ayd me sonrío, pero esta fue una sonrisa diferente a las
anteriores, esta era una sonrisa maliciosa.
Todo sucedió muy deprisa.
En un segundo estaba al lado de Ayd, y al otro estaba contra
la pared, encerrada entre sus brazos, que eran como dos barras de metal que me
mantenían prisionera con un fuerte agarre en mis hombros.
- ¡¿Qué estas haciendo?! – Le grite- ¡Suéltame!
- Ay pequeña vampiro… tendría que entregarte… pero primero
pienso divertirme un poco contigo.
Sus palabras me dejaron helada.
-..¿Co…como me..llamaste?
- Pequeña vampiro
- No se de que estas hablando- dije nerviosa, y luego
comencé a reír histéricamente- …estas loco… los vampiros no existen…
- Ambos sabemos que esa es una… GRAN mentira…
- Estas loco- le dije desafiante mientras lo miraba
fijamente a la cara- suéltame ahora o voy a comenzar a gritar con todas mis
fuerzas…
El comenzó a reírse y eso me puso mucho más nerviosa e
histérica… y dijo lo mismo que yo estaba temiendo que dijera…
- Puedes gritar todo lo que quieras, pero nadie te va a
escuchar…
- ¡Suéltame! Estas loco… no se de donde sacas esas
estupideces de vampiros y esas cosas… suéltame si no quieres que te termine
lastimando- le dije con toda la ira del mundo, por lo menos ya había podido
calmar a mi parte histérica… solo me quedaba la parte salvaje…
- ¿Tu? ¿Lastimarme? – Pregunto y luego comenzó a reír-
¿Quieres saber como se que eres un vampiro?... porque puedo olerlo en ti… -
dijo mientras acercaba su nariz a mi cuello-… hasta te podría decir que no eres
del todo un vampiro… hueles… diferente, y eso no es porque tu sed de sangre no
despertó aun... es otra cosa…
- Por que soy media sangre ¡Idiota!
¡Mierda! que estupida
que soy, me mande al frente sola… yo solo necesito un cartel que diga IDIOTA en
mi frente y ya esta.
- Al fin empezamos a entendernos…-dijo mientras me miraba
fijamente-… era hora que aceptaras la verdad de lo que eres.
-¿Ahora puedes soltarme?- le dije irritada
-¿A caso eres lenta? ¿Cómo quieres que te diga que no pienso
dejarte ir? Primero tengo pensado divertirme un rato, y luego pienso
entregarte…
-¿Entregarme?- le pregunte para ganar mas tiempo, mientras
mas hablara era mas posible que llegara a cometer algún pequeño descuido y en
ese momento es cuando iba a aprovechar para poder escapar, y de paso darle una
buena lección para que aprenda que así no se trata a una mujer, ya sea un
vampiro o no- ¿Eres un vampiro?
El desgraciado ignoro mi primer pregunta… pero contesto la
segunda.
-¿Un vampiro?¿Yo?... no me hagas reír. Yo soy un demonio.
¿Un demonio? Oh
mierda… ¿donde demonios me metí?… ¡Mierda! que ironía… me pregunto donde
demonios me metí y no con que demonio me metí.
- ¿Y que es lo que quieres conmigo?- le pregunte desafiante
- Ya te lo dije pequeña… pienso divertirme un…-
- Sisi, lo se… piensas
divertirte un buen rato conmigo y luego entregarme… lo dijiste como unas
veinte veces… ya me quedo claro. Veo que los demonios tienen como cualidad el
ser idiotas… o tu les ganas…
Su agarre se tenso mucho más y comenzó a lastimarme… pero no
le di el gusto de saber que me estaba haciendo daño. Use todas mis fuerzas para
no hacer ni una sola mueca de dolor.
- ¿No te enseñaron que nunca tienes que hacer enojar a un
demonio? ¿Que clase de raza es la tuya que no les advierten desde chicos sobre
sus enemigos?
- ¿Por qué no me enseñas tu?- lo desafíe- Dime… ¿Por qué no
puedo hacer enojar a un ESTUPIDO DEMONIO?
Su agarre se hizo mucho más fuerte, hasta que de golpe se
detuvo y el agarre solo se hizo firme…
-Ya entiendo que es lo que estas tratando de hacer…- dijo
con una sonrisa- eres mas inteligente de lo que pensé.
- ¿Y que es lo que estoy tratando de hacer?
- Quieres hacerme enojar- dijo con una sonrisa de
satisfacción.
- ¡AH NOOOOO, PERO VOS NO SOS MAS IDIOTA PORQUE NO PODES!
- ¡Cállate, perra!- y me pego una cachetada…
Hijo de puta… ¿Cómo se
atreve a pegarme? Me las vas a pagar maldito, te lo aseguro.
Y el maldito me beso….Ferozmente, pero me beso.
Oh... te voy a matar…y
lo voy a disfrutar…
- Si no quieres que te corte en mil pedazos… entonces aparta
tus sucios labios de los de ella y quita tus sucias manos… ¡Aléjate de
ella!…- rugió una voz. Lo dijo con tanta
ira que me hizo saltar del susto… y por lo visto al idiota de mi atacante
también, porque se puso rígido al instante.
El demonio se fue para atrás, pero siempre manteniéndome
prisionera entre sus brazos.
Y ahí es cuando pude ver a quien le pertenecía esa voz. Lo
que vi me dejo helada.
Y yo que pensaba que
este idiota y Kevin eran los jóvenes más bellos que había visto. La palabra
hermoso me quedaba corta para describir a lo que mis ojos estaban viendo…
Era un poco más alto que yo, con un cuerpo espectacular,
unos brazos bien marcados… y se notaba que debajo de esa remera había unos
tremendos abdominales. Estaba vestido con una remera negra que se le pegaba a
su cuerpo, y unos jeans gastados. Tenía puestas unas zapatillas deportivas
negras, y una campera de cuero que colgada de uno de sus brazos.
Tenía el pelo negro azabache… corto y desprolijo. Su cara
era la perfección… a pesar de tener el ceño fruncido por la ira que tenia… sus
facciones se notaban perfectamente.
Era hermoso.
Su apariencia era la típica de chico malo que dice No te me acerques… pero cuando mire su
cara… me di cuenta que todo eso era una fachada…
Tenía una nariz recta y fina, unos labios que pedían a gritos
que una se perdiera en ellos, y sus ojos… esos
ojos…
Yo conocía esos ojos…
Eran los ojos del espejo.